"Falta voluntad política para crear un Tribunal Internacional del Agua", asegura Martín Mateo
Ramón Martín Mateo, catedrático de Derecho Administrativo, ex rector de la Universidad de Alicante y premio nacional de Medio Ambiente, aseguró ayer en Valencia que para solucionar venideras guerras del agua (elemento escaso que previsiblemente causará importantes conflictos bélicos en el siglo XXI) es necesaria la creación de un Tribunal Internacional del Agua. Solución propuesta por muchos expertos pero que está lejos de hacerse realidad. "Falta voluntad política para crear un tribunal internacional", explicó Martín Mateo, que asegura que los países no quieren perder soberanía. Así lo manifestó en la cuarta conferencia sobre la Resolución de Conflictos Hídricos que termina hoy en Valencia
El reputado catedrático, experto en temas jurídicos, impartió una conferencia sobre las Aportaciones Legislativas a la Resolución de Conflictos Hídricos en la que apuntó que las escasez del agua puede provocar guerras, pero que éstas también pueden utilizar las excusa del agua para ocultar otras motivaciones, como rivalidades étnicas, nacionalismos y hasta luchas por la hegemonía regional política, económica y cultural. Sin embargo, a pesar de la falta de un ente supraestatal para dirimir disputas sobre el agua, Martín Mateo destacó la importancia hirtórica que han tenido muchos convenios bilaterales. En el futuro, "la pacificación de estos conflictos sólo será posible si existen cauces para su solución, lo que precisa de una ley que deban acatar las partes implicadas, bien sea ésta interna o esté embebida en un convenio internacional", aseguró en su ponencia, donde recuerda que una tercera parte de las muertes del mundo se deben a la falta de agua. Esta edición de la conferencia internacional sobre la Resolución de Conflictos Hidrícos, organizada por la compañía hidroeléctrica Iberdrola, ha contado con la asistencia de más de 300 expertos, con representaciones nacionales e internacionales de todo tipo de administraciones públicas y empresas privadas encargadas de gestionar recursos hídricos. El acto de inauguración, para el que se esperaba la asistencia del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tuvo que conformarse con la asistencia de sus segundos espadas: el consejero de Empleo, Industria y Comercio, Diego Such, y el teniente de alcalde Alfonso Grau. No faltó, sin embargo, el presidente de Iberdrola, Íñigo de Oriol, que defendió, en declaraciones a Europa Press, la indemnización de un billón de pesetas que el Estado tiene previsto dar a las eléctricas como indemnización por la liberalización del sector. Tanto Such como Grau destacaron el protagonismo que asume, a la hora de organizar importantes eventos sobre el agua, Valencia. No en vano, esta disposición a los congresos mereció ayer un galardón de los organizadores. Así, en la sesión de apertura se hizo entrega del Premio Iberdorla 1998 a la Innovación Tecnológica en la Gestión del Uso del Agua, que ha recaído en el Plan de Gestión de Agua para el III Milenio presentado por el Ayuntamiento de Valencia y en el Sistema automático de Información Hidrológica (SAIH) del Ministerio del Medio Ambiente.
Cantidad sí, pero también calidad
La dicotomía entre cantidad y calidad tanto vale para debatir sobre productos publicitados, ocio y consumo, como para debatir sobre el agua. "Mientras que los conflictos por la cantidad de agua disponible para el sector de agricultura han recibido un gran eco en los ambientes internacionales y nacionales, aquellos relacionados con la calidad son objeto de una atención mucho menor", destaca Juan Antonio Sagardoy, experto de la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas de la FAO, en la ponencia que hoy abre en el Palau de la Música la segunda jornada del congreso sobre conflictos hídricos. Si ayer se habló mayoritariamente de las tensiones territoriales (internacionales, estatales y regionales) la mañana de hoy se centrará en los conflictos sectoriales. Sagardoy hablará de Las tensiones entre el regadío y los demás usuarios, que versa sobre sobre la necesidad de aumentar la eficacia en el riego pero que también toca un tema muy conflictivo: la agricultura como actividad contaminadora de los recursos. El experto apunta la necesidad de considerar medidas para garantizar la calidad de los retornos del agua de riego.
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