El PTA reúne a empresarios de la Costa del Sol para buscar inversiones

La Costa del Sol es un lugar ideal para buscar inversores que quieran ubicarse en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) de Málaga, pero muchos de los empresarios que residen o trabajan en la Costa desconocen aún su existencia. El Parque celebró ayer un encuentro con 30 empresarios extranjeros de la zona para mostrarles las instalaciones y convencerlos de sus ventajas. Los empresarios conocieron también la experiencia de colegas extranjeros que se han ubicado allí. La atracción del capital foráneo de la Costa del Sol es, según el director del PTA, Felipe Romera, "uno de los grandes objetivos del Parque en estos momentos". Aunque el camino para lograrlo no está exento de obstáculos. "Los problemas pueden resumirse en dos", argumenta Romera. "Uno, que desgraciadamente el Parque es todavía un gran desconocido entre los extranjeros, y dos, que la Costa es un lugar bastante impermeable, porque las empresas desarrollan allí su trabajo con discreción, y no es fácil llegar a sus responsables". La dirección del PTA inició su estrategia de acercamiento hace unos meses. Lo primero que hizo fue asociarse a la Federación de Urbanizadores de Turismo de la Costa del Sol, y contratar los servicios de C.B. Richard Ellis, una multinacional dedicada a la intermediación inmobiliaria que ejerce un liderato mundial en el sector y que abrió una oficina en Marbella en el mes de mayo. Además, se establecieron contactos con diversos colectivos de residentes extranjeros en la Costa. "Hemos hecho todo lo posible por iniciar los contactos, porque la información de nuestra oferta esté en todos los lugares posibles. Pero el trabajo va a ser lento. Acabamos de empezar", explica. Pero, si los contactos humanos aún están por dar fruto, la página web del PTA en Internet ya ha logrado atraer a algunas sociedades. Como la microempresa finlandesa Global Teleworking. Su responsable barajaba destinos que le permitiesen escapar del frío de Finlandia, y le bastó una visita a la web del Parque para hacer las maletas y poner rumbo a Málaga. "Esto nos ha pasado con varias empresas. También hemos recibido peticiones de algunas sociedades francesas, y parece que las perspectivas a medio plazo son buenas", comenta Romera, quien se muestra "convencido" de que el mercado europeo está destinado a convertirse en uno de los principales yacimientos de empresas para el Parque. "Estamos en una coyuntura muy favorable", relata, "porque tenemos muchos factores a favor. Uno va a ser el euro, que facilitará la equiparación del marco y la peseta y hará que los inversores se animen a invertir indistintamente en uno u otro país. La existencia de una moneda única permitirá además que el mercado europeo no sólo sea un mercado global, sino que de alguna manera sea también local. Y por último, está el factor clima, que es una de las grandes bazas de la Costa del Sol, y no sólo en el campo del ocio, sino en el del negocio", concluye Romera. Pero uno de los mayores atractivos del Parque actualmente puede ser lo espectacular de su evolución en los seis años que lleva funcionando. En este tiempo, ha desarrollado un volumen de negocios por valor de 100.000 millones de pesetas. El de 1997 fue de 26.521, un 22% más que el de 1996. Y este año se cerrará con 30.000 millones.