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Condenado un policía que tiró por una escalera a dos hombres negros

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un policía nacional por tirar por las escaleras de la comisaría de Leganés a dos hombres de raza negra, a los que intentaba echar del edificio. La sentencia subraya que el agente, que se encontraba de servicio ese día, aunque vestía de paisano, estaba bajo los efectos de bebidas alcohólicas.Los hechos ocurrieron en la Nochebuena de 1996. Dos mujeres de raza negra entraron en la comisaría para interponer una denuncia y pasaron a las oficinas de inspección de guardia. Allí las atendieron tres agentes; entre ellos, el acusado, Isidro L. L. A los pocos minutos acudieron a la misma comisaría dos hombres, también de raza negra, Mauricio Juan M. B., esposo de una de las mujeres, y Mufufu Adolfo M., un amigo de la familia. Como el funcionario del servicio de seguridad les dijo que no podían pasar y que tenían que esperar fuera, los dos hombres se quedaron en un pequeño recibidor exterior que se encuentra después de subir las escaleras.

Al momento salió del edificio Isidro, que vestía de paisano y llevaba un sombrero de ala ancha, con evidentes síntomas de embriaguez. Se dirigió a Mauricio y Mufufu diciendo que era el comisario de Leganés y que se tenían que marchar. Tras una breve conversación, el agente empujó a Mufufu, quien se cayó por las escaleras, aunque, a trompicones, logró mantenerse en pie.

Acto seguido, Isidro empujó a Mauricio de forma violenta, provocando también que cayera por las escaleras. Mauricio sufre como secuelas la falta de cuatro incisivos superiores y dos centrales inferiores, lo que le provoca grave dificultad para comer y hablar correctamente, según la sentencia. La reparación odontológica supone un gasto de 313.400 pesetas, que tendrá que pagar el procesado, además de otras 570.000 pesetas como indemnización. Según la sentencia, las dos víctimas se comportaron con total corrección. "Mientras las mujeres entraron en la inspección de guardia, ellos esperaron fuera, junto a la puerta, sin provocar ningún incidente, siendo su comportamiento perfectamente correcto", relata el tribunal.

"Malos tratos"

También afirma que el acusado sabía que la víctima se encontraba en la escalera, en posición inestable, por lo que podía caer, y que llevaba gafas, lo que causó que se clavase los cristales de las lentes. Agrega que fue golpeado después hasta quedar casi inconsciente, aunque en el juicio no quedó probada la autoría de estos últimos hechos. Respecto a la embriaguez, el tribunal tomó en consideración las declaraciones de las dos víctimas. "El dato de que el acusado se pusiera el sombrero de ala ancha durante el servicio, que se hiciera pasar por comisario, la fecha en la que ocurrieron los hechos, su manifestación de que había cenado en casa, son también indicios probatorios que confirman que el acusado había consumido alcohol", concluye.

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