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La firma de dulces navideños nació de una confitería jiennense La tradición continúa

EMPRESAS» Doña JimenaProductos Jerónimo Jiménez era, hasta 1967, una confitería tradicional, en la que trabajaban tres personas, el propio Jiménez y dos empleados. Ese año, el hijo del propietario decidió dejar atrás su carrera como ingeniero agrónomo y dedicarse al negocio familiar. Eso sí, con unas ligeras transformaciones. Había que especializarlo y, además, hacerle publicidad. Se hizo necesario buscar "una marca que tuviera más nombre, más atractiva", explica el tercer Jerónimo Jiménez de la familia, que se prepara para tomar el relevo generacional. Aunque la factoría siga llevando el nombre de su propietario, la marca comercial debía inspirar "tradición" y a ser posible un tema de mujer que aunara los objetivos de "calidad y tradicionalidad". Así nació Doña Jimena, el buque insignia de una firma que ocupa el cuarto puesto entre las andaluzas que se dedican a la venta de dulces navideños. La tercera generación comienza a tomar las riendas del negocio. El nieto del confitero baraja, cuando conversa, unas cifras que hace treinta años parecían impensables. "El año pasado facturamos 2.000 millones de pesetas y éste la cifra será superior", comenta. Y es que a comienzos de esta década, Productos Jerónimo Jiménez consiguió romper la estacionalidad, introduciendo una línea de bombones. Eso implicó varias cosas. Primero una fuerte inversión económica, puesto que tuvo que adaptar la planta para poder fabricar bombones en verano. Otra fue el aumento de la plantilla estable, que este año se ha situado en 70 empleados para todo el año y 180 más que operan en la época de máxima producción, entre agosto y diciembre. Por último, consiguió introducirse en un mercado, el exterior, donde los polvorones resultaban un tanto insólitos, pero no así los dulces de chocolate. Ahora mismo, la empresa exporta sus productos a 35 países localizados en Hispanoamérica, la cuenca sur mediterránea y el sudeste asiático. Pero para conseguir su introducción en estos mercados, decidió que había que establecer cauces propios de distribución que abaratasen el producto, de modo que resultara más fácil incrementar las ventas. Hace dos años, abrió una filial en Argentina y otra en Méjico que se dedican a comercializar directamente la producción. En la actualidad, de los dos millones de kilos de distintos productos que se elaboran en la planta de Alcaudete, el 40% es para los mercados internacionales. Recientemente, la empresa ha adquirido una nueva planta productora, en Sonseca (Toledo). Aprovechará las instalaciones de Imperial Toledana para introducir una nueva variante: los caramelos. Esto no significa, comenta Jerónimo Jiménez, que tengan ninguna intención de abandonar la comunidad autónoma, sino que aprovechó una simple "oportunidad" de hacerse con unas instalaciones que ya estaban trabajando. Para el tercer empresario de la saga, los motivos que han hecho de Doña Jimena una marca popular hay que buscarla en "la creatividad y la innovación", acompañadas por "la capacidad de producción y ser muy agresivos en el marketing", transformando los productos y los envases permanentemente. Eso sin dejar de cuidar los detalles de calidad. Jerónimo Jiménez señala que en un momento determinado se detectó que los proveedores de manteca de cerdo -junto a la almendra y el cacao, la base de la producción- no ofrecían una calidad suficiente. Así que instalaron su propia refinería, para comprar la materia prima directamente a los productores y elaborarla al gusto de la factoría. En el ámbito de la innovación, Jiménez señala que la empresa está estudiando una nueva línea de productos "más naturales", en los que se sustituirá la grasa animal por grasa vegetal, para quienes prefieren este tipo de dulces, sin abandonar los de factura tradicional. De hecho, la empresa dispone de laboratorio propio en el que, amén de establecer los mecanismos de control de calidad, se investigan nuevas combinaciones alimenticias para satisfacer todos los gustos. El año pasado su volumen de ventas en el mercado nacional creció un 10%, advierte el empresario, y en torno a un 30% en el exterior. Este año Jiménez adelanta que se repetirán cifras y eso redundará en la ampliación de instalaciones y plantilla. CONCHA ARAÚJODirección Carretera de Alcalá s/n (Alcaudete, Jaén) Empleos 70 fijos y 180 eventuales Facturación 2.000 millones de pesetas en 1997 Producción Dulces navideños, turrones y bombones El laboratorio investiga combinaciones alimenticias para llevar polvorones y mantecados a nuevos mercados

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