Torras sostiene que Sarasola recibió más de 5.800 millones de KIO en tres pagos
Los abogados de Torras aseguraron ayer que el empresario Enrique Sarasola recibió en 1988 tres pagos de KIO por 53,5 millones de dólares (más de 5.800 millones de pesetas de la época) en sus cuentas exteriores. Torras sostiene que uno de esos pagos, de 25 millones de dólares, sobre el que no reclama nada, sí corresponde a la venta de los terrenos de Urbanor, pero que los otros dos no tienen justificación alguna. Sarasola, que declaró ayer como imputado en el caso Torras, negó tener cuentas en Suiza, en contra de lo que acredita la justicia de ese país, y afirmó actuar en nombre de su suegra, propietaria de las acciones de Urbanor.
Los letrados de Torras argumentaron ante la juez Teresa Palacios que las dos sociedades atribuidas a Sarasola, Horowitz y Big Ley, recibieron los 53,5 millones de dólares en tres pagos. El primero de ellos, en enero de 1988 y por importe de 25 millones de dólares a Horowitz, correspondió a la venta de las acciones de Urbanor que compró KIO. Sobre esta operación, Torras no reclama. Sin embargo, sostiene que otros dos pagos, en junio de 1988, por 27,4 millones de dólares, y de 1,1 millones en 1990, ambos a la sociedad Big Ley, no tienen nada que ver con esa operación y forman parte del dinero que el equipo de Javier de la Rosa sustrajo ilegalmente.Una prueba de ello, según los demandantes, es que posteriormente una parte de ese dinero, 6,8 millones de dólares, volvió a una de las cuentas de De la Rosa.
El argumento de Torras es que la colaboración entre De la Rosa y Sarasola no fue puntual, lo que implicaría un posible delito de estafa continuada, cuya prescripción se produce a los 10 años. Por este motivo, antes de la declaración de ayer, Torras había pedido a la juez la inculpación de Sarasola y la celebración de una vistilla para acordar posibles medidas cautelares contra él. La magistrada había decidido favorablemente sobre el primer punto, pero no se había pronunciado sobre el segundo.
Indefensión
Ayer, Sarasola, acompañado de su abogado Horacio Oliva, alegó indefensión, tanto por la petición de Torras de celebrar una vistilla como por su imputación. Finalmente, Torras retiró provisionalmente su solicitud. Sarasola no reconoció en ningún momento ser titular de cuentas en Suiza, a pesar de que los documentos aportados por la justicia de ese país afirman claramente que él era el último beneficiario de varias cuentas, además de las ya mencionadas. El empresario cuestionó la validez de esos documentos y se negó a contestar a preguntas sobre los mismos. Sarasola relacionó el pago de 27,4 millones de dólares a Big Ley con la operación Urbanor, señalando que él actuó como asesor de su suegra, de nacionalidad colombiana, a la que recomendaba inversiones en España, y que era la propietaria de las acciones vendidas. Respecto al último pago de 1,1 millones, afirmó que eran intereses por el retraso en el pago anterior. Al entrar en la Audiencia Nacional, Sarasola fue increpado por un grupo de trabajadores del Hipódromo de Madrid.
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