La apuesta del ex ministro

Con una mezcla de queja y ganas de olvido José Borrell se refirió ayer a la inauguración del último tramo de la autovía con un trazado muy distinto del que él defendió como ministro. "Es una batalla que la razón perdió. Ahora, la carretera está ahí. Utilicémosla. Pero confiemos en que en el futuro no se vuelvan a plantear conflictos así y, menos aún, que se resuelvan como el PP ha hecho, saltándose a la torera preceptos legales para alcanzar el objetivo político que les ha interesado". Según él, ha sido una obra más costosa, con mayor impacto medioambiental y además el Gobierno ha violado las normas legales. "Lo han presentado como una modificación de trazado, rehuyendo así la obligación de volver a sacar la obra a concurso, al tratarse de un proyecto radicalmente distinto. No hay informe del Consejo de Estado. Y el Gobierno no encargó un informe de impacto medioambiental, sino que lo hizo después de haber tomado la decisión política".Él apostó en junio de 1996 por que el trazado no se terminaría en dos años como prometía el Ejecutivo. Y ganó: tardaron 30 meses. Claro que Borrell había vaticinado cuatro o cinco años.