El Madrid busca un título salvavidas
El club se agarra a la Copa Intercontinental y al fichaje de Helguera para olvidar sus problemas
La Copa Intercontinental suena bien entre el madridismo. Lo acepta como una forma de vincular el presente con el pasado para desterrar ese largo interregno que ha mediado entre el glorioso Madrid europeo y el actual proyecto internacional. La final de Tokio (11.00 horas, Vía Digital en directo, gratuito para los abonados previa solicitud del partido, taquilla 190; 22.00 horas, en diferido, Antena 3) llega en un momento delicado, razón por la que se aprecia unanimidad a la hora de adjudicarle un gran valor: el Madrid quiere cubrir mínimos con este partido.Si el éxito depara el acostumbrado recibimiento en Cibeles, ya habrá quien se encargue de dar por buena la escalada de los últimos tres años: Liga, Copa de Europa, Intercontinental, una sucesión de títulos con caché. Y eso vende entre su clientela, tanto es así que el propio Sanchis vendió el producto: "Es el último paso de una andadura que comenzó hace tres años. Es como obtener el doctorado después de la licenciatura". El rival es el Vasco de Gama brasileño, que celebra su centenario en medio de una cosecha de títulos.
Ambos equipos llegan con diferente espíritu a este partido en el lejano Oriente. El Vasco de Gama viajó a Tokio bien dispuesto, con 15 días por delante, exceso de planificación y mucho detalle en cada entrenamiento. El Madrid llegó con prisas, con dudas y con movimientos sísmicos en la sala de máquinas. O sea, en el vestuario. El Madrid ambiciona el título, y el Vasco de Gama prefiere prepararlo. Tal y como es el futbol, el pronóstico no tiene por qué premiar la dedicación de los brasileños. Fundamentalmente, porque el Madrid vive de sus estrellas, que han demostrado una enorme capacidad para fijarse unos objetivos y prescindir de otros. Como los pesos pesados del Madrid están en el club también para hacerse un palmarés, resulta que ninguno de ellos dispone de la Intercontinental. Y parece que se han fijado en ella.
La disposición de los contendientes es, por tanto, contradictoria. Y, para empezar, habría que destacar que el Vasco de Gama no es lo que comúnmente se entiende por un equipo brasileño. No hay samba, no rinde el talento a su libre albedrío. El Vasco de Gama sufre del mal que persigue a buena parte del fútbol brasileño, que se ha inclinado por la tecnología. Desde que Brasil perdio el Mundial de España en 1982 con aquella mágica selección, se ha impuesto una europeización rampante. El técnico del Vasco de Gama, Antonio Lopes, ex abogado y preparador físico, se ha hecho amigo del vídeo y de la estrategia.
Su equipo tiende al orden defensivo y al contragolpe. No le gustan las estrellas y por eso no echa de menos al goleador Edmundo, traspasado al Fiorentina. Del Vasco de Gama sólo destaca internacionalmente el lateral izquierdo Felipe, una réplica de Roberto Carlos y pretendido por algunos clubes europeos. Lopes maneja 36 futbolistas en su plantilla, dos auxiliares, un técnico de porteros, tres preparadorers físicos, tres médicos y tres masajistas. No da la sensación de que se le escape de las manos un solo detalle.
Del otro lado, el Madrid parece otra cosa. El calendario le ha obligado a llegar con escasa antelación a Tokio, y los últimos resultados (tres derrotas consecutivas) han provocado modificaciones en su esquema (tres centrales en la defensa). Para remate, aparecen disensiones entre los jugadores, un hecho novedoso: antes permanecían unidos y digerían entrenadores, ahora parece que se quieren devorar entre ellos. La rutina madridista en Tokio ha deambulado entre la anécdota (obsesión por adaptarse al horario, susto por los temblores que sacuden habitualmente a Japón) y el morbo (ayer no hubo conflictos en el entrenamiento, superada ya la agresión de Iván Campo a Seedorf). Treinta y ocho años han transcurrido desde la primera Copa Intercontinental, la primera y la única que ha ganado el Madrid.
El club ha medido la trascendencia sentimental del esfuerzo y apuesta fuerte. Tanto, que es el único que la denomina así, como Copa Intercontinental. Porque oficialmente sólo tiene dos nombres: o Copa Toyota o Copa Europa-Suramérica. Alguien borró su antiguo apellido. Pero no importa: para el madridismo es la Intercontinental. Y eso basta.
Helguera
El Real Madrid reconoció ayer el acuerdo al que ha llegado con el jugador del Espanyol Iván Helguera. "Ahora queda por determinar con quién debemos negociar, si con el Espanyol o con el Roma". El club catalán aseguró ayer no tener noticias del Madrid. "Si lo quieren, tendrán que pagar 2.500 millones, que es lo que vale Helguera", señaló un portavoz del Espanyol.
Alineaciones:
Real Madrid: Illgner; Panucci, Sanchis, Hierro, Fernando Sanz, Roberto Carlos; Seedorf, Redondo, Raúl; Savio y Mijatovic.Vasco de Gama: Germano; Valbor, Odvan, Galvao, Felipe; Luizinho, Nasa, Juninho, Ramón; Donizete y Luizao.
Árbitro: Mario Sánchez (Chile).
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