Aznar evita comentar las declaraciones de Cossiga
El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó ayer su indiferencia por la visita al País Vasco, invitado por el PNV, del ex presidente italiano Francesco Cossiga. El político italiano dijo que en Euskadi hay un problema predominantemente político y abogó a favor del acercamiento de los presos de ETA a las cárceles vascas. Aznar evitó hacer comentarios sobre el asunto, al que sí se refirió, en cambio, el actual presidente italiano, Massimo D'Alema, con quien compartió la rueda de prensa en La Moncloa.D'Alema aclaró que la iniciativa de Cossiga es a título individual y sus declaraciones sobre la situación política del País Vasco no representan al Gobierno italiano. "Cossiga es un hombre muy activo, que se mueve en el escenario europeo e internacional, pero no tiene un mandato del Gobierno italiano ni pretende tenerlo", señaló. Con esta declaración, el presidente italiano zanjó cualquier hipótesis sobre el papel que pudiera jugar Cossiga en el proceso vasco de paz.
D'Alema insistió en que no tenía nada que decir sobre el proceso vasco porque "España es un país democrático y ésta es una cuestión que sólo le afecta a ella". Pero no se quedó ahí, sino que expresó su admiración por la manera en que tanto Tony Blair como Aznar están abordando "las cuestiones de los derechos nacionales, a veces con conflictos terroristas dramáticos" con "la lógica democrática y la ausencia de toda represión indiscriminada".
Aznar, por su parte, no mostró ninguna prisa en recibir a una representación de Euskal Herritarrok (EH) en La Moncloa, tras la sugerencia del diputado Iñigo Iruin, de que no tenía inconveniente en hablar con el Gobierno. "Afortunadamente para el presidente del Gobierno, habrá muchos ciudadanos que puedan tener interés en venir a saludar y a conversar con el presidente del Gobierno. Esa no es ni puede ser en ningún caso la cuestión".
