SE DESMAYÓ LA ABUELA MINERA
Encarnación Alcázar Blanco, la abuela de 58 años que el pasado lunes comenzó a trabajar como ayudante minera en el interior del pozo hullero Pumarabule, de Siero (Asturias), sufrió el miércoles un desmayo en la séptima planta de la explotación, a unos 500 metros de profundidad. La mujer se desplomó en presencia de un grupo de compañeros cuando todos ellos hacían un alto en el trabajo, a media mañana, para comer el bocadillo. Encarnación se desvaneció en la galería y fue evacuada en camilla a la enfermería del pozo, donde fue reanimada y curada de un corte en el labio, producido por la caída, y que exigió la aplicación de varios puntos de sutura. Encarnación Alcázar restó importancia a lo sucedido y aseguró que volverá a trabajar en el interior del pozo cuando los médicos lo autoricen. Un portavoz de la empresa estatal del carbón, Hunosa, afirmó ayer que la trabajadora no se reincorporará al tajo al menos hasta el lunes. Hoy, viernes, pasará de nuevo revisión médica.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.