El poder de Chaves
Desde la constatación de su poder dentro del PSOE, Manuel Chaves decía, tras conseguir el "acuerdo de no agresión" Borrell-Almunia, que en el PSOE le habían visto las orejas al lobo y no podían volver a verse en semejante situación. El presidente Chaves debe tener claro que si algo parecido volviera a pasar ni su poder ni el de nadie podría volver a arreglarlo. Alguien lo ha dicho estos días: no hay votantes más fieles que los votantes del PSOE, pero hasta ellos han vivido en los últimos meses al borde del abandono ante el lamentable espectáculo de las debilidades puestas al sol. Chaves, Bono e Ibarra, dicen los observadores de la crisis y el desarrollo de su solución, han sido los artífices del acuerdo. Su poder, el de los tres barones socialistas, se lo otorga, también ante la dirección de su partido, quien verdaderamente da y quita: sus votantes. Chaves, Bono e Ibarra son poderosos en el PSOE sencilla y llanamente porque ganan elecciones, mientras los demás las pierden. Ganar elecciones para un partido es el principal objetivo, porque cuando eso ocurre se accede al poder y tener poder es tener la posibilidad de transformar la realidad, y se supone que un partido de izquierdas trabaja para eso. Desde el PP andaluz se ha entendido la dedicación de Manuel Chaves a la solución de la crisis de su partido como un abandono de sus obligaciones institucionales como presidente de la Junta de Andalucía. Es posible que pueda verse de esa manera. Sin embargo, nadie podrá negar que es más que legítimo, obligado para un político con poder dentro de su organización, poner todo su tiempo y todo su interés en la solución de una crisis de su partido, porque conseguirlo es no sólo facilitar las cosas en la cúpula del partido, sino asegurar la fortaleza de la organización, imprescindible para transmitir mensajes y hacer política desde su comunidad autónoma. Manuel Chaves y su partido en Andalucía serán tanto más fuertes cuanto más clara sea la solidez y la falta de crisis del PSOE en España. Más fuertes aquí y más fuertes en Madrid. Serlo aquí es bueno para atreverse a llevar a cabo políticas que, siendo fuertes en Madrid, tendrán el apoyo y la defensa que en cada momento necesiten. Se entiende, en todo caso, que al PP no le guste el poder de Chaves.
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