El Athletic saca la máxima renta de Tenerife

Luis Fernández, desagradable hasta el máximo estos días, se salió con la suya en Tenerife. Pese al supuesto cansancio de sus hombres internacionales (sólo jugaron 32 minutos Joseba Etxberria y Alkiza), sacó adelante un partido en que el Athletic y el Tenerife, se jugaban mucho. Con la mente puesta en Noruega, con muchas bajas en sus filas y ante un rival también mermado pero en clara decadencia, el Athletic cumplió el trámite y obtuvo una victoria que le da moral europea. El conjunto vasco, con una escasa propuesta ofensiva, aprovechó una de sus pocas oportunidades para enviar al Tenerife al pozo de la clasificación.El partido, tras un comienzo muy activo, entró en una tónica de despropósitos, con continuas imprecisiones en el pase. El Athletic, replegado, mantenía a raya a su rival a base de coraje, pero en ataque tenía muy poca presencia. El conjunto canario se dedicaba a dar pases largos, pero ningún envío traspasó la inédita, pero sólida, defensa dispuesta por Luis Fernández para no ceder ni un metro al rival.

Al filo del descanso, los ánimos se encresparon cuando el único balón que logró coger Makaay fue rematado por el holandés y el balón lo rechazó desde fuera del área Etxeberria, aunque según el árbitro no lo hizo con el brazo de forma voluntaria como se reclamó desde la grada. Seguro que Luis Fernández, que vio la primera parte desde el palco, compartió el criterio del árbitro.

En la reanudación, el Tenerife buscó más las bandas, pero fue en las jugadas a balón parado donde creó más peligro. El grupo de Luis Fernández se mantenía firme atrás hasta que el preparador francés hizo dos cambios y dio entrada a los internacionales Etxeberría y Alkiza. En la primera intervención de Joseba, y tras una pérdida de balón que comienza a ser demasiado frecuente de Dani, el conjunto vasco llegó por primera vez a puerta en lo que iba de segunda mitad y logró adelantarse en el marcador con un gol en propia puerta de Alexis.

Como viene siendo habitual, el Tenerife se descompuso tras el gol y perdió el rumbo y las pocas fuerzas que le quedaban. Al equipo rojiblanco le bastó con aguantar el resultado, meter 11 hombres en su propia área para defender los saques de esquina y contraatacar de vez en cuando aprovechando el desbarajuste de su rival en todas las líneas del campo.

El Tenerife evidenció todas sus carencias juntas. Poco fondo mental y físico, y nula capacidad de remate. Una mezcla que, o se corrige, o acabará con el conjunto canario al filo de los puestos de descenso. Ante este panorama, el consejo de administración de la entidad canaria deberá dar respuestas porque ya desde la grada anoche se pidió la dimisión de su presidente Javier Pérez.