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PULSO EN EL PSOE

Los dirigentes socialistas desaconsejan un congreso pero no lo descartan

La mayoría de los dirigentes socialistas que se pronunciaron ayer sobre la crisis de dirección que atraviesa el partido se mostraron partidarios de no convocar un congreso extraordinario para dirimir las disputas. Los representantes del sector guerrista -Francisco Fernández Marugán o Matilde Fernández- fueron muy contundentes al mantener esta posición. Fuera de este sector tampoco se desea el congreso, pero no se descarta como última solución si no se logran acuerdos satisfactorios por otras vías.

Alfonso Guerra, exvicesecretario general del PSOE, volvió a a pronunciarse ayer, en los pasillos del Congreso, a requerimiento de los periodistas, sobre la situación interna que padece su formación política y propuso que Joaquín Almunia dirija el partido y lidere las relaciones con el resto de los partidos políticos y, José Borrell encabece el diálogo con las instituciones.Guerra reconoció que "no ve muy bien" lo que sucede en el partido, porque "hay una especie de bicefalia competitiva" y señaló que esta nueva estructura sólo funcionará cuando sea "cooperativa". "Esta es competitiva, porque los dos compitieron por el mismo puesto, uno lo ganó y otro no, y no llegan a ponerse de acuerdo. Tienen ahora la posibilidad de ponerse de acuerdo definitivamente. Si no, el Comité Federal tendrá que tomar las decisiones que crea".

Guerra precisó que no ha propuesto la celebración de un Congreso extraordinario, e indicó que, a su juicio, la solución del conflicto interno que padece el PSOE sólo puede resolverse con un acuerdo entre Almunia y Borrell.

En el supuesto de que no alcancen un consenso, Guerra dijo que la segunda vía es que el Comité Federal del PSOE adopte una decisión y, en último lugar, si este órgano de dirección tampoco lo logra, la convocatoria de un congreso extraordinario.

En esa misma línea, Fernández Marugán fue más explícito y declaró que "un congreso extraordinario hubiera sido una solución normal, lógica y política, después de las primarias, pero seis meses después sería una crisis. Yo creo que en este momento tenemos que hacer un esfuerzo considerable porque esa situación no se produzca".

Matilde Fernández, diputada y ex ministra de Asuntos Sociales, también considerada como guerrista, dijo que hay que recordar a todos los miembros del Comité Federal cuando se reúnan mañana "la responsabilidad que se ha delegado en Almunia y Borrell". "Hemos decidido democráticamente elegir a una persona para ganar a la derecha y, también democráticamente, decidimos en un Comité Federal que hubiese funciones claras para uno y para otro, después de que se dijese que no a un congreso extraordinario que muchos solicitamos entonces", agregó.

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El secretario de Economía del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, manifestó que en el seno del partido hace falta un "esfuerzo grande de clarificación" y, aunque cree que la convocatoria de un congreso extraordinario para resolver las diferencias entre el secretario general y el candidato no es "indispensable" y , sin "dramatismos", precisó que puede que al final no haya otro remedio que celebrarlo.

Grave, pero no seria

Eguiagaray, en declaraciones a Radio Nacional, explicó que la situación actual es "grave, pero no seria", por lo que reiteró que, antes de una convocatoria de Congreso, hay "soluciones". "Esto no es un problema que hay que resolver en una mesa camilla como si fuera un problema de dos niños que se están disputando un caramelo".José Antonio Griñán, ex ministro de Trabajo y miembro del comité Federal, se mostró partidario de que Borrell, "con todo el partido detrás", asuma la interlocución fundamental del partido con otras formaciones políticas y la presencia en los sitios más importantes.

José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, se mostró confiado en que antes del sábado se resuelva la crisis interna entre Almunia y Borrell "de forma que no ganen unos y pierdan otros" y sin necesidad de convocar un congreso extraordinario.

Bono señaló: "No es lo que más nos interesa, aunque probablemente sería lo que más festejasen en La Moncloa, pero nosotros no estamos para hacer festejos del señor Aznar, sino para arreglar nuestros problemas sin necesidad de recurrir a ello porque, aunque no es una catástrofe, creo que debemos evitarlo y lo vamos a evitar".

En cuanto a los encuentros que mantuvo el ex presidente del Gobierno Felipe González con Almunia y Borrell, por separado, dijo que espera que su mediación "no resulte necesaria ni solicitada". Añadió que González "es un cualificado militante del PSOE y un socialista muy digno de ser escuchado, no por lo que ha sido, sino por la capacidad y la inteligencia que tiene". Sin embargo, según Bono, este conflicto interno del partido tienen que resolverlo "los órganos de poder político del PSOE y singularmente la Comisión Ejecutiva y el Comité Federal".

El tono más optimista, al menos a la hora de emitir una opinión, lo adoptó el secretario general de los socialistas catalanes y ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra. Aseguró que "por descontado" habrá un acuerdo y ni siquiera contempla la posibilidad de que sea necesario un congreso extraordinario. Habrá acuerdo, dijo.

Según Serra los socialistas saben lo que está en juego, que afecta no sólo al partido sino a toda España, y concluyó rotundo: "Ni pienso en un congreso, en absoluto".

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