JULIO VUELVE A ESPAÑA
"Tengo 55 años y no tengo tiempo de gastar mi tiempo". Ni el propio Confucio lo hubiera sintetizado mejor. Pero el Julio Iglesias de ayer, el que se despidió de China anunciando su regreso "inminente" a España no era el personaje incoherente y con cierto aire arrogante de los últimos tiempos. Un fuerte ataque de ciática, al parecer, lo ha devuelto a sus raíces. "Hace 20 días, por primera vez y de verdad, sin especulaciones, tuve un ataque de ciática. Me dolía mucho la pierna, y los médicos de mi país fueron los que más me cuidaron. Hace 20 días he decidido con mi mujer tener mi casa de verdad en mi país", aseveró el cantante español con una sinceridad que sorprendió a propios y extraños. "Se trata de un proyecto inminente", precisó un Julio Iglesias vestido impecablemente de traje gris marengo, camisa blanca y corbata de un azul tan ecléctico que se confundía con el mítico puerto shanghainés El Bund. "Me voy el día 22 a España con mi mujer, el hijo que viene, y mi hijo para, a partir de mayo, estar allí", precisó a pregunta expresa en China, el mismo país donde -recordó- vendió sus "primeros tres discos a un amigo del hermano de mi ex mujer" [Isabel Preysler]. "Es una vuelta emocional a mi país, porque el viaje profesional está en todo el mundo". La noticia -que Iglesias dejó caer con premeditación y alevosía en un gesto de cortesía con la institución valenciana que lo ha mantenido vivo en los escenarios de Moscú, Orlando, Miami y Tokio en el último año- abrió rápidamente una avalancha de rumores y escepticismo entre los comentaristas españoles del corazón. ¿Dónde vivirán Julio, Miranda y Miguel Alejandro? "Todavía no lo hemos decidido". Pero, inevitablemente, la reverencia hacia la Generalitat que es la que le paga 350 millones de pesetas fue inevitable para sustentar su tesis del regreso: "Además, con el tren de alta velocidad que va a hacer Zaplana mucho mejor". Julio Iglesias dejaba entrever así, forzando de manera premeditada el terreno de la especulación, que la costa levantina de Benidorm, la misma que lo hizo triunfar en los setentas, "tiene muchas posibilidades". El reconocimiento era un gesto de agradecimiento al Gobierno de Eduardo Zaplana, que le ha pagado una fuerte suma que despertó un debate parlamentario en la Comunidad Valenciana inédito, y de manera más privada entre los empresarios valencianos que no acaban de creerse la fórmula de que Julio Iglesias "vendiera" más que el propio Zaplana.-
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