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Mayor: "A nadie se le va a retirar la escolta en los próximos meses"

"A nadie se le ha retirado ni se le va a retirar la escolta en los próximos meses" pese a la actual tregua de ETA, según afirmó ayer el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Tras reconocer que éste no es el mismo criterio que tienen otras instituciones -en referencia a la consejería vasca de Interior-, consideró que levantar el actual dispositivo de seguridad es "un disparate". Mayor, después de afirmar que "es malo" hablar de esta organización, advirtió de que los GRAPO "buscarán pronto notoriedad", posiblemente a través de un secuestro u otra acción de envergadura.

Mayor, en un almuerzo organizado por el Club Internacional de Prensa, afirmó ayer que el mayor error frente a la violencia es la "desmovilización" y que "lo último que se debe desmovilizar es la seguridad", en alusión a la retirada de la escolta a los cargos públicos del PP amenazados por ETA en el País Vasco y otras comunidades. El ministro del Interior no quiso revelar si, llegado el caso, empleará policías y guardias civiles en lugar de los ertzainas que han sido recientemente relevados de esta misión por el consejero vasco Juan María Atutxa.El Gobierno no tiene tomada ninguna decisión en materia penitenciaria", indicó también Mayor en relación con un hipotético traslado, antes de las Navidades, de 21 etarras presos en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla a cárceles próximas a Euskadi.

Mayor se refirió a la cumbre hispano-francesa que se celebrará el próximo fin de semana en La Rochelle (Francia) y dijo que la colaboración entre las policías de ambos países, y no la tregua de ETA, será lo que ocupe la mayor parte de los debates.

El ministro explicó que mientras que el Gobierno no vea confirmada la voluntad de ETA de abandonar definitivamente la violencia "no habrá que hablar con el Ejecutivo francés" de las consecuencias de la tregua. "No estamos en un proceso de pacificación", sino en una fase de "contactos exploratorios", apuntó, y "en modo alguno" tiene el Gobierno constancia de la veracidad de las intenciones de ETA.

Mayor subrayó que en el camino iniciado sólo ha habido dos actos relevantes: uno, el 16 de septiembre, cuando ETA comunicó el alto el fuego; otro, el 3 de noviembre, cuando el Gobierno respondió que daba luz verde a unos contactos con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) para acreditar la voluntad de la banda terrorista. Al Ejecutivo no le preocupa la ausencia de una respuesta de ETA, sino "que haya más muertos". "¿Esto es definitivo?", se preguntó con escepticismo para responderse: "Habrá que verlo".

El titular de Interior diferenció tres fases en el camino iniciado: "La eliminación del terrorrismo, la paz y el final del desencuentro entre los vascos". El Gobierno, dijo, observa "sin nerviosismo" la posible convocatoria de una Asamblea de Ayuntamientos en Euskadi, propuesta por EH: "Seguro que el número va a ser importante. ¡Y ojalá sea así! Significará que ETA no ha vuelto a matar".

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Mayor aludió también al resultado de las elecciones vascas como "la primera quiebra de los estrategas de salón" que habían pronosticado mejores expectativas para el conjunto del nacionalismo vasco.

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