Maragall dice que el eje de Cataluña y Valencia debe convertirse en la "punta de lanza" del federalismo. Romero augura que la próxima será la "década de las ciudades"

El ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall manifestó ayer en Gandia que España se encuentra en una "situación óptima" para dar un paso adelante e iniciar una nueva etapa de "federalismo y municipalismo". Un proceso en el que "el eje de Cataluña y la Comunidad Valenciana será la punta de lanza", con el objetivo de articular el poder de "abajo a arriba". Maragall hizo estas declaraciones en el foro que los socialistas valencianos organizaron bajo el lema Les ciutats i Europa: una nova política local, que reunió a cerca de 400 personas, entre militantes, diputados y destacados miembros del PSPV. El secretario general del PSPV, Joan Romero, participó en el encuentro con la ponencia Nous reptes davant la construcció d"una nova Europa. Al foro también asistieron los aspirantes a las alcaldías de Valencia y Alicante, Ana Noguera y José Antonio Pina. "La derecha, que llevó la bandera del antinacionalismo, hoy está pactando con los nacionalismos periféricos", dijo Maragall, "una situación que los socialistas deben aprovechar y hacer suya con una nueva propuesta federal". "La Consitución se aprobó en un momento en el que no habían comunidades autónomas, España no había entrado en Europa", recordó, "pero ha llegado la hora de retornar a las ciudades lo que el país les debe". Para el candidato a la Generalitat de Cataluña, esa asignatura pendiente debe pasar por "una relectura en voz alta" del texto constitucional. La nueva concepción del nacionalismo debe entenderse bajo el prisma de la "proximidad y el traslado del poder a los ayuntamientos", manifestó Maragall.Maragall aseguró durante su intervención en el foro de Gandia que "España tiene que marcar el paso en la Europa de las ciudades", un liderazgo que no será posible si "no cambiamos el lenguaje y convertimos el federalismo en un proyecto práctico". "Si el eje País Valenciano-País catalán funciona, tenemos entre el 30% y el 40% de posibilidades de ganar respeto ante las posibles dificultades que se pueden derivar de la desestabilización del centralismo", añadió. El político socialista afirmó que "España se hace desde la periferia, desde abajo, desde la diversidad y no desde el centro". "La Constitución de 1978 es un modelo para Europa que ahora espera que España de un segundo paso y no se quede congelada en su primera versión", advirtió. "Esta vía es posible" y "el País Valenciano y Cataluña, bajo la premisa del respeto mutuo, estarán en la punta de lanza que lleve adelante este nuevo proyecto". El candidato socialista a la Generalitat catalana también se refirió en conferencia de prensa al gobierno de CiU, que ha propiciado que en veinte años "Cataluña se haya instalado una actitud escapista y egoísta respecto a las necesidades del conjunto de España". Para contrarrestar este efecto, los socialistas catalanes "propuganarán una nueva actitud basada en la confianza y la pedagogía, y no en el regateo". "CiU está escondiendo dentro de la Declaración de Barcelona unas actitudes de sumisión absolutas a los gestos compensatorios del Estado y de Madrid cuando les conviene", sentenció Maragall. Por su parte, el secretario del PSPV-PSOE, Joan Romero, fue el encargado de cerrar el encuentro. El candidato socialista a la Generalitat Valenciana aseguró que "la próxima década será la de la revolución federal, en sentido británico del término, y de las ciudades". En la misma línea que la intervención de Maragall, Romero se refirió a la necesidad de que las administraciones locales, como tercer pilar del Estado, amplíen sus competencias. Un proceso que debe implicar una "modificación, por la vía del consenso, de la legislación estatal que hace referencia a la administración municipal". Diputaciones anacrónicas En el País Valenciano será necesario un "pacto local que permita realmente que haya una continuación en la descentralización en favor de los ayuntamientos", dijo Romero. Esta reforma debería pasar por "llenar de contenido las entidades supranacionales", y "situar a las diputaciones en un justo papel". Las diputaciones se han convertido en entidades decimonónicas y anacrónicas, por lo que hay que replantearse su función con competencias complementarias a las mancomunidades, advirtió Romero. Un escenario "plausible" sería, para el secretario del PSPV, que los ayuntamientos asumieran un 30% de los recursos y competencias, frente a otro 30% de las autonomías y que el estado se reservase el 40%. Este objetivo debe aceptar el "principio de subsidiariedad y proximidad", de tal manera que los ciudadanos puedan obtener de forma más eficiente y cómoda los servicios.