Alcaraz plantea fortalecer más el papel del Partido Comunista en la toma de decisión de Izquierda Unida
La delegación del PCA que acudirá al congreso federal en el que se elegirá al sucesor de Julio Anguita como secretario general, el próximo mes de diciembre, terminará de elegirse hoy en un congreso en Sevilla. En principio, en esta reunión no está previsto discutir ningún documento ni prefijar una postura unitaria de Andalucía para defender en Madrid, aunque fuentes del PCA no descartan que se proponga alguna resolución en torno al secretario regional, Felipe Alcaraz. Éste, que prácticamente ha renunciado a optar a la secretaría general del PCE, después de que la balanza de las apuestas se inclinase hacia Francisco Frutos, no renuncia, sin embargo, a luchar por conseguir una representación fuerte de Andalucía. Alcaraz ha repetido varias veces que en sus planes no entra presentar una lista alternativa a Frutos, ni pretende, tampoco, que el PCA funcione como un "poder fáctico". Ahora bien, a renglón seguido asegura que va plantear "batalla" por fortalecer al PCE, frente a otros que, según él, persiguen su debilitamiento en favor de Izquierda Unida, y añade siempre a sus intenciones de consenso el latiguillo de "si se alcanza un acuerdo sobre la dirección, que creo que sí". Junto al modelo de un PCE fuerte dentro de IU, Alcaraz lleva como bandera otro punto que plantea el documento del congreso federal: la llamada cohesión interna -antes disciplina- de los comunistas en IU. El cuaderno del XV Congreso del PCE plantea que, aunque todo lo concerniente a IU tiene que estar presente en las reuniones del partido, "en todo caso evitemos la preparación previa de las reuniones de IU en el PCE y la reproducción de similares debates", y propone tomar decisiones previas sólo si es un tema de "importancia". En el documento del PCA, que se abordará con posterioridad al federal, en marzo, para renovar la dirección, señala, sin embargo: "La marcha de IU, los debates que en ésta se dan y su situación deben ser objeto de debate y toma de acuerdo en el partido". Fuentes de la dirección andaluza aseguran que en el ánimo de esta delegación no está presentar batalla a la designación de Frutos ni ejercer presión de ningún tipo, y acusan a Felipe Alcaraz de mantener una actitud ambigua sobre su papel, con mensajes enigmáticos que nadie entiende. "Es difícil saber qué quiere, un día dice que irá hasta el final para arrancar la máxima representación y otro que cederá poder", reflexiona un miembro de la dirección, que asegura que en Madrid no hay enemigos contra los que luchar.
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