Grave retraso en los Juegos de Atenas 2004
La derrota de Atenas ante Atlanta en la organización de los Juegos Olímpicos del año 1996 supuso una gran sorpresa y un auténtico terremoto en el olimpismo. Su victoria el año pasado frente a Roma para organizar los del 2004 pareció, sobre todo, una compensación al anterior disgusto, aunque mostrara un gran proyecto. Sin embargo, quienes dudaban de la capacidad de organización griega tienen de nuevo argumentos. Mientras los próximos Juegos de Sydney 2000 sólo cuentan con leves trabas, el Comité Olímpico Internacional (COI) ya ha avisado varias veces al comité organizador heleno de su gran preocupación por el retraso en los planes previstos en la siguiente edición.
El problema más grave de Atenas para el 2004, ejemplo de una imprevisión insólita, es que ni siquiera se han expropiado los terrenos donde se debe construir la Villa Olímpica para 18.000 o 20.000 personas. Aunque falten aún algo menos de seis años para los Juegos de Atenas, no es tanto tiempo, según el COI, para llevar a buen puerto una empresa tan grande y en un país sin tanto poderío económico. La falta de Gianna Anguelópulos-Daskalaki, presidenta de la candidatura ateniense, se ve en el COI como muy negativo. Fue clave en el triunfo, pero despedida a los dos meses. La primera reunión de un comité nacional de apoyo acabó casi entre insultos. Los enfrentamientos políticos parecen un problema endémico.Atenas perdió en 1990, en la elección de Tokio, el sueño de organizar los Juegos del Centenario y la ocasión de completar en casa el ciclo olímpico de la era moderna, que inició en 1996 como heredera de la tradición de la antigua Olimpia. Su derrota fue mucho más por errores propios, que por los méritos de Atlanta. La ciudad norteamericana, aunque luego también fallara, ofreció orden, potencia económica y buenas maneras. La candidatura griega desplegó en la capital japonesa todo un desastre de enfrentamientos personales entre los miembros (se peleaban en las conferencias de prensa por las sillas presidenciales) y hasta de mal gusto al confundir promoción con promiscuidad (llegaron a empujar a bellas señoritas a las habitaciones de los venerables, en su mayoría, miembros del COI).
Tras un paréntesis de penitencia, la nueva campaña para los Juegos del 2004 fue radicalmente distinta. Gianna Anguelópulos, mujer de enorme valía, esposa de un naviero, se hizo cargo del timón del proyecto y, fundamentalmente, aparte de cuidar los detalles diplomáticos sin grosería alguna, evitó hacer una campaña tan lacrimógena como la de la gran derrota y recordar deudas históricas pasadas, aunque sabía que el triunfo vendría por ahí. Pero no hacía falta nombrarlo.
"La estabilidad política es muy importante durante la campaña de la candidatura", escribió Anguelópulos (esposa de un naviero) el 23 de septiembre de 1996 tras lograr el PASOK (partido socialista), ya sin Andreas Papandreu, la mayoría absoluta en las elecciones, a un año sólo de los comicios olímpicos. Y el PASOK le hizo caso, pero en cuanto se produjo la victoria de Lausana, la despidió. La ancestral preocupación de Grecia es Turquía y sus contenciosos territoriales, incluído Chipre. También es un hecho preocupante que Grecia haya sido el único país de la Unión Europea Europea que ha suspendido el examen de Maastricht. Y en el colmo de las desgracias fue devastado este verano por los incendios. Para que el tren de la moneda única pase de nuevo por Grecia el impulso olímpico es fundamental. Pero los problemas políticos internos parecen ser eternos. Las próximas elecciones serán en el año 2000.
Sin expropiar
La Villa Olímpica se deberá extender en Parnitha sobre un terreno de 83 hectáreas y está concebida dentro de un proyecto de viviendas a 30 minutos de la ciudad y 11 minutos del Complejo Olímpico Marusi, la zona principal de instalaciones, donde se celebraron también el año pasado los Mundiales de Atletismo. Era necesario expropiar 40 hectáreas y la ley griega parecía favorecer la ejecución, pero no se ha aplicado. Y ello, cuando aún está por superar que las promesas de la mejoría en el tráfico y la polución, endémicos problemas de Atenas, se cumplan con la construcción del metro, teóricamente terminado el año 2000, del nuevo aeropuerto de Spata, al este de la ciudad, en el 2001, y del anillo olímpico, vía rápida de circunvalación, que unirá los dos grandes complejos de instalaciones, al norte, la única completa, y al sur.En esta dinámica negativa, una buena noticia para el mundo olímpico, según un alto cargo olímpico, fue la producida el pasado día 13 de octubre. Dimitros Avramópulos, el alcalde saliente, del partido derechista Nueva Democracia (aunque según el COI "va por libre"), y que defendió la candidatura de la ciudad en la elección, fue reelegido de forma abrumadora, con el 57,7% de los votos. Al menos asegurará los planes iniciales.
El día 26, el nuevo presidente del comité organizador Atenas 2004, Stratis Stratigis, anunció que el gobierno griego incluirá entre sus presupuestos de 1999 unos 1.100 millones de pesetas de ayuda al plan de los Juegos, fundamentalmente para desarrollo informático. Una minucia, en realidad, en un presupuesto total calculado en más de 200.000, que se deben equilibrar, fundamentalmente, con los ingresos por televisión, superiores a los 100.000.
Tres días después, el 29, el comité organizador se reunió, al fin, por primera vez y confirmó la decisión del gobierno griego del pasado agosto de destinar los beneficios de una lotería para la organización de los Juegos. Los ingresos se cifran en unos 28.000 millones de pesetas. Pero el caos político se hizo patente una vez más ese día, cuando la primera reunión del llamado comité nacional creado para apoyar al organizador con 50 miembros de especial relevancia política, social y cultural, acabó como el rosario de la aurora. Copiando el Parlamento, los conservadores asaetearon a preguntas a los socialistas dudando que las obras concluyan a tiempo. Stratigis ironizó sobre el retraso: "Después de todo, la tortuga llegó a la meta antes que la liebre". Pero en el COI no están tan seguros.
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