El Tribunal Superior no utiliza ordenadores por falta de electricidad
El proyecto del Ministerio de Justicia para informatizar los juzgados y tribunales de Madrid está resultando caótico, al menos en su fase inicial. Un recorrido por buena parte de los órganos judiciales de la Comunidad de Madrid desvela el desconcierto que las computadoras han sembrado entre jueces y funcionarios. Así, se han instalado ordenadores en los despachos de los jueces de instrucción de la plaza de Castilla, pero no impresoras; y en el juzgado de guardia, que sí dispone de impresora, sucede que ni los magistrados ni los funcionarios saben utilizar los equipos porque nadie les ha enseñado cómo se manejan. Asimismo, en otros juzgados de Madrid se da el caso de que se han instalado ordenadores de distintos tipos cuya interconexión es imposible.Pero el caso más destacado corresponde al Tribunal Superior de Justicia. A comienzos de año, la Comunidad de Madrid donó más de un centenar de ordenadores a este tribunal para ayudarle a aliviar el gigantesco atasco de casos que soporta. Diez meses después, esos ordenadores siguen almacenados en cajas en un sótano del Tribunal Superior. El motivo: el tendido eléctrico del edificio que alberga el tribunal, en la calle del General Castaños, es obsoleto e incapaz de generar la potencia necesaria para que puedan funcionar a la vez.
María Antonia Alcalá, gerente de la Administración de Justicia en Madrid, anunció ayer que estos problemas están en vías de solución, " y que en 1999 todos los juzgados de Madrid estarán informatizados". También indicó que en la actualidad se está trabajando en la adecuación de la red del Tribunal Superior y que muy probablemente el problema estará resuelto a fines de noviembre. Este tribunal, y en concreto su sala de lo contencioso, es el órgano judicial con más atasco de España. Arrancó el año con unas 60.000 asuntos pendientes, y el pasado mes de noviembre no sólo no se habían reducido sino que las demoras, de hasta cuatro años, afectaban ya a 70.000 asuntos.
En los juzgados de instrucción de la plaza de Castilla (los que investigan delitos) el proceso de informatización también se está topando con serios obstáculos. El Consejo General del Poder Judicial facilitó a los jueces, también a comienzos de año, ordenadores. "Nos dieron ordenadores, pero no impresoras, con lo cual de poco nos están sirviendo", señala un magistrado. "De qué vale escribir nuestras resoluciones en ese ordenador si no puedes sacar una copia impresa de ella", se lamenta otro. Trabajar en él significa duplicar el trabajo, ya que "luego tiene que ir el funcionario, abrir el ordenador y copiar a máquina lo escrito; es absurdo". Fuentes cercanas al Consejo aseguran que el objetivo de ese ordenador es que los jueces puedan consultar la jurisprudencia.
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Tres de los cuatro equipos informáticos del juzgado de guardia de Madrid están averiados
VIENE DE LA PÁGINA 1La gerente del Ministerio de Justicia en Madrid asegura que todo el proyecto de informatización de los juzgados está ya en manos de su departamento, en concreto, de la subdirección general de informática. "El Ministerio cubrirá ahora las necesidades que el Consejo, por limitaciones presupuestarias, no pudo cubrir", señala Alcalá, quien añade que las deficiencias se deben a que el proyecto de informatización aún no está concluido. "En los nuevos juzgados se están instalando ordenadores y dos impresoras en cada uno, una en el despacho del juez y la otra en la secretaría". Y en breve, según la gerente, se va a solventar el problema de falta de impresoras en los juzgados de la plaza de Castilla. "A todos se les va a dotar de impresora", afirma la gerente de Justicia.
El actual desbarajuste informático no afecta sólo al Tribunal Superior y a los juzgados de instrucción. Antes del verano, se inauguraron las nuevas instalaciones del juzgado de guardia de la capital. "De los cuatro equipos informático instalados, tres de ellos se hallan averiados e inservibles desde entonces", afirma Andrés Sanz-Cabezuelo, portavoz del Sindicato Independiente de Justicia (SIJ).
Este portavoz, que suele hacer dos guardias al mes, destaca: "Y si es grave que no funcionen, todavía peor es que, para manejar el único equipo útil, tengamos que acudir a la pericia de algunos compañeros, ya que no nos han dado el correspondiente cursillo. Por eso, cuando nos toca una guardia, lo habitual es que subamos a nuestros juzgados y bajemos las antiguas máquinas de escribir, de teclas, para trabajar". En el despacho del juez de guardia también se colocó un nuevo ordenador, pero prácticamente ningún magistrado lo utiliza: "Carece de base de datos", se queja un juez. A estas deficiencias informáticas, el juzgado de guardia de Madrid suma otras, como la ausencia de un ordenador que esté conectado con la oficina de reparto penal, donde figuran los antedecentes de las personas que llegan detenidas, señala Sanz-Cabezuelo.
Raquel Blázquez, portavoz en Madrid de Jueces para la Democracia y magistrada en Parla, tilda de "desbarajuste absoluto" la implantación inicial de la informática en los juzgados de la periferia de Madrid. Según Blazquez, la falta de previsión ha sido total: "Hace dos años instalaron nuevos ordenadores en la oficina judicial de mi juzgado. Durante un año no funcionaron porque olvidaron acoplarle el programa. Y el que finalmente le pusieron sólo ha funcionado seis meses porque ya se ha quedado obsoleto".
José María Rojas, miembro del sindicato UGT de los juzgados de la plaza de Castilla, relata el caso de su juzgado, el número 38 de Instrucción. "A la juez le han puesto un ordenador, pero apenas le sirve porque no tiene impresora. En la oficina judicial, seguimos con los antiguos. El 15 de marzo, se les saturó la memoria y, tras 15 días de múltiples gestiones con la Administración, vino un técnico, pero no logró resolver el problema porque seguimos sin poder trabajar con ellos. Cualquier cosa, ahora, tenemos que hacerla con las máquinas de escribir", afirma.
Concha García, portavoz de de CC OO, lamenta, por su lado, que Justicia esté instalando los nuevos equipos informáticos obviando los necesarios cursillos, y ve difícil, tal como están discurriendo los acontecimienstos, que el proyecto de informatización esté concluido el año que viene.
