El sargento desenfundó
El sargento Miravete se puso el cinto y desenfundó de nuevo su pistola, vacía, en el día de ayer. Su defensor, Enrique Trebolle, había insistido en reconstruir el momento en que el suboficial, con la cartuchera de extracción rápida en la pierna derecha, habría sacado la pistola ayudándose sólo con la mano izquierda.Durante la declaración de los peritos, uno de los magistrados del tribunal, especializado en armas, afirmó que eso no era posible. La defensa se agarró como un clavo ardiendo a esa manifestación, no recogida en el acta, y entendió que el tribunal estaba prejuzgando, lo que le permitía acudir al Tribunal de Estrasburgo para denunciar la supuesta imparcialidad.
De ahí que el defensor plantease esa prueba como vital para demostrar que era posible desenfundar con la mano izquierda. Pero el abogado de la acusación pidió que constase en acta que Miravete se ayudó con la mano derecha para aguantar la cartuchera.
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