Madres de reclusos protestan contra los malos tratos en la prisión de Huelva

Unas 30 mujeres, madres de reclusos ingresados en la prisión de Huelva, se concentraron ayer ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno para protestar contra los malos tratos que presuntamente reciben sus hijos en la cárcel. Las manifestantes exigieron también que se aplique la libertad condicional a los enfermos terminales y que los toxicómanos cumplan condena en centros de rehabilitación. Margarita Pousada, madre de un joven que cumple 16 años de pena por tráfico de drogas, no salía de la indignación y decía a quien quería escucharla: "Las cárceles no trabajan por la reinserción del preso. Nosotras no queremos que perdonen a nuestros hijos del daño que han causado a la sociedad. Sólo pretendemos que el Gobierno tome cartas en el asunto y esos muchachos vayan a centros de reinserción, a desintoxicarse, para que salgan a la calle ya curados, al final de la pena, sin necesidad de que tengan que robar a nadie para comprar de nuevo la droga". Jesús Delgado, portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en Huelva, aseguró que en la prisión se cometen sistemáticamente malos tratos contra los reclusos. "Hace unos días recibió una paliza de los funcionarios un chaval de 20 años, natural de Algeciras, que cumple pena en Huelva. En la asociación recibimos cada dos o tres días una denuncia por malos tratos en ese centro", explicó. La prisión de Huelva, una macrocárcel ubicada en la periferia de la ciudad, se halla en el ojo de la polémica desde su inauguración en 1996. Fuentes penitenciarias negaron ayer que los funcionarios y la dirección de la prisión inflijan malos tratos ni palizas a los presos.