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Fallece Chekara, un gran artífice del mestizaje musical arábigo-andaluz

Con la muerte del cantante y músico Abdesadek Chekara, fallecido el pasado sábado a los 67 años en su ciudad natal de Tetuán (Marruecos), ha desaparecido un gran artífice del mestizaje musical arabigo-andaluz. Chekara había dedicado los últimos años de su vida al reencuentro de las raíces comunes de la música popular de ambas márgenes del Estrecho de Gibraltar, el flamenco y las canciones tradicionales de Tetuán y su región. Chekara contó para ello con la complicidad del cantaor flamenco El Lebrijano, al que acompañó en numerosos conciertos. Esta experiencia innovadora encontró después muchos seguidores entre cantantes y grupos musicales. La vía abierta por Chekara ha sido seguida, entre otros, por los grupos Orquesta de Música Andalusí de Tánger o Los Niños de Sara, así como por cantantes como Cheb Jaled o Warda. La búsqueda de nuevas formas de expresión musical arabigo-andaluza llevó a Chekara a establecer una fructífera colaboración con el pianista inglés Michael Neiman. El resultado fue una serie de conciertos iniciada en 1992 en Barcelona, cuyas composiciones han cautivado a los públicos más dispares. Al margen de su labor creativa, Chekara deja tras de sí una pléyade de discípulos, pues fue vigilante general del Conservatorio de Tetuán, institución a la que pertenecía desde 1947 y de la que ha salido una escuela musical reputada por la riqueza de su música andalusí. La Asociación Tetuán-Asmir, entidad dedicada a la promoción de los valores sociales y culturales de la ciudad, había rendido un homenaje a Chekara en agosto de 1996, consagrando un libro a su vida y a su obra.

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