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PSE y PP exigen a EH que condene el ataque a una sede socialista en Vizcaya

Varios desconocidos atacaron durante la madrugada del pasado domingo la sede que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) tiene en la localidad vizcaína de Durango. El local sufrió escasos desperfectos. Los atacantes rompieron la puerta, arrojaron basura dentro y la rociaron con líquido inflamable. Los bomberos extinguieron el fuego con rapidez.

Este es el segundo sabotaje realizado por simpatizantes de ETA tras el alto el fuego declarado por la organización terrorista el 16 de septiembre. El 26 de ese mismo mes siete encapuchados quemaron la Casa del Pueblo que el PSE tiene en el barrio de Alza, en San Sebastián. En aquella ocasión los desperfectos fueron más graves. Incluso una persona sufrió heridas leves.

El nuevo atentado reside en que se produce cuando el PNV está en pleno proceso de formación del nuevo Gobierno vasco. El PSE y el PP han emplazado a Euskal Herritarrok (EH) -la plataforma electoral creada por Herri Batasuna (HB) para concurrir a las elecciones autonómicas vascas- a que condene el ataque si quiere que los partidos democráticos crean en su palabra.

El candidato del PSE a lehendakari y secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, y la dirigente Rosa Díez se acercaron durante la mañana de ayer hasta la sede atacada. Redondo reclamó a EH una condena "clara y contundente". "Sabíamos", dijo, "que la batalla contra la intolerancia iba a ser larga y todos se tienen que comprometer en la lucha contra la intolerancia para solucionar los conflictos políticos desde la razón, la libertad y la paz".

Rosa Díez abundó en esta línea. "Arnaldo Otegi (líder de EH) tiene una oportunidad magnífica para demostrar que lo que ha dicho durante toda la campaña, sus apelaciones al respeto y a la pluralidad, es cierto", indicó.

Doble lenguaje

El incidente también fue condenado por el presidente del PP de Vizcaya, Leopoldo Barreda. Para Barreda, los responsables de EH no pueden dejar pasar la oportunidad de denostar lo ocurrido con la sede socialista de Durango. "Sería lamentable", señaló, "que EH siguiera manteniendo su doble lenguaje, con sus jóvenes atacando sedes y sus dirigentes negociando la formación del Gobierno vasco".El político popular cree que este tipo de atentados entorpecen el proceso "clave" en el que se encuentran los vascos y al que "no se pueden poner trabas ni obstáculos. No creemos que sea tan difícil ser claro en este tema. Ahora tiene una buena ocasión EH para acreditar su cambio ante la sociedad vasca".

El alto el fuego de ETA ha repercutido de una manera notable en el descenso de la violencia callejera. Así, desde que la organización terrorista declarara una tregua indefinida sólo se han contabilizado dos ataques, ambos a sedes socialistas, y un intento de seguidores radicales de boicotear un mitin del Partido Popular en Azpeitia (Guipúzcoa).

Sin embargo, Jarrai (la organización juvenil de la izquierda radical) no ha aclarado todavía hasta qué punto va a renunciar a la lucha callejera. Este tipo de violencia ha sido la forma de expresión habitual de este movimiento.

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