Arafat ordena detener al líder de Hamás tras la muerte de un israelí en un ataque suicida

El presidente palestino, Yasir Arafat, ordenó ayer la detención del jeque Ahmed Yasín, máximo dirigente de la organización integrista Hamás, pocas horas después de que ese grupo se responsabilizara de un ataque suicida en Gaza. En el atentado, contra un autobús escolar de hijos de colonos, murieron un soldado israelí y el autor del ataque, y resultaron heridas otras seis personas, entre ellos tres escolares. Además también fueron detenidos decenas de militantes de Hamás, lo que coloca a la Autoridad Palestina (AP) en confrontación abierta contra el integrismo radical.

La guerra de la AP contra Hamás se desencadenó ayer por la mañana después de que un militante de la organización radical perpetrara un ataque suicida, con un coche cargado de explosivos, contra un autobús escolar, que transportaba un grupo de cuarenta niños, hijos de colonos, desde el asentamiento Gush Katif, en Gaza, a una escuela religiosa judía situada en un asentamiento cercano.El autobús, que iba como cada día escoltado por fuerzas del Ejército israelí, se vio embestido en un momento de su trayecto por un turismo con matrícula palestina. El choque pudo ser evitado en el último momento gracias a la rápida maniobra del vehículo de escolta militar, que, siguiendo las normas usuales en estos casos, se interpuso en el trayecto del suicida. El todoterreno del Ejército salvó la vida de los pequeños, pero recibió el impacto de centenares de kilos de explosivos, que estallaron ocasionando la muerte de uno de los soldados e hirió gravemente a dos militares más, a tres pequeños y a un civil.

Algunos de los soldados israelíes, supervivientes del ataque, iniciaron una loca carrera intentando detener a un joven palestino que al parecer se encontraba en los alrededores. Los soldados dieron voces para que éste se detuviera, pero acabaron disparando y matándole.

La autoría del atentado fue inmediatamente reclamada por la organización fundamentalista Hamás en una llamada efectuada a la radio estatal israelí, a la que le comunicó que el ataque suponía "una advertencia a todos los colonos de Cisjordania y Gaza", que viven en 194 asentamientos, más de 150.000 personas, que se oponen a los acuerdos de Wye Plantation y contra quienes, según Hamás, "continuarán realizándose más ataques hasta la victoria final".

El atentado provocó la irritación de las autoridades israelíes, colocando en una situación de peligro el cumplimiento de los acuerdos de Wye Plantation, que deben entrar en vigor a partir del lunes 1 de noviembre. La reacción airada del Gobierno de Benjamín Netanyahu determinó sin duda la respuesta inmediata del Ejecutivo palestino contra la cúpula de Hamás. Por razones de edad y de salud, el jeque Yasín permanece bajo detención domiciliaria.