Bodorrio

JOSEP TORRENT La benemérita Marcela Miró, responsable de unos grandes almacenes (primera planta, mujer; segunda planta, juventud; tercera planta, deportes; cuarta planta, tercera edad; quinta planta, subvenciones y pesebres varios) que guardan cierto parecido con una consejería, ha vuelto a elegir el campo de Mestalla para reeditar viejos éxitos partidistas. El PP, tal que el Liverpool, con el que nos veremos las caras la semana próxima, ha hecho del estadio valencianista su Anfield particular: "This is Mestalla". Toda una advertencia a sus adversarios, los socialistas, mayormente, para que sepan cómo se las gastan los populares cada vez que cruzan la avenida de Suecia. Lo hicieron por primera vez en la campaña de las elecciones generales de 1996 y fue tal su exhibición de poderío que acabaron por asustar a una buena parte de la afición del equipo contrario. Regresan ahora, usando y abusando de la buena fe de los jubilados, con otra demostración de chulería, acompañada de un generoso despilfarro de dinero público del que, por supuesto, no piensan dar cuenta a nadie; entre otras razones porque ni ellos mismos saben cuánto va a costar la juerga preelectoral que se van a correr a cargo del presupuesto. Ayer, en la casa que supuestamente dirige Marcela Miró, nadie sabía nada: ni el coste total del bodorrio ni el parcial. Imposible conocer el número de autobuses movilizados, ni la cantidad de bolsas de comida que habrá que repartir, ni los emolumentos de los artistas de variedades (muy centrista el "fichaje" de Carmen Morell, quien prefiere tener un hijo homosexual antes que comunista o catalanista) que actuarán en el fin de fiesta. Pero eso en el PP o en el Consell no preocupa a nadie. Dirigen la Administración como si fuera un cortijo privado en el que lo único que cuenta es quedar bien con el señorito, no sea cosa que no les renueve el contrato los próximos cuatro años. Los populares vuelven al campo de fútbol en el que organizaron el mayor sarao político de la anterior pretemporada electoral. "This is Mestalla", que tiemble el misterio.