Crivillé se queda sin el subcampeonato
Àlex Crivillé no lucirá su odiado número 2 en 1999. No le gusta el dorsal del subcampeón, ni tendrá derecho a él la temporada que viene, puesto que una caída en la vuelta 17ª del Gran Premio de Argentina, el último del campeonato, le relegó a la tercera posición final del Mundial. El noi de Seva termina el curso por detrás del italiano Max Biaggi y del intocable campeón Mick Doohan, que ayer realizó una nueva exhibición y conquistó sin oposición su octava victoria del año. El mejor español fue Carlos Checa, clasificado octavo en su despedida del equipo de Sito Pons.La lucha por el subcampeonato parecía uno de los pocos alicientes de la última carrera de la categoría reina. Con Doohan como campeón y, por lo visto en los ensayos, favorito destacado para el triunfo en Buenos Aires, Crivillé y Biaggi se jugaban el discutible honor de acabar segundo en el Mundial. Comenzaban el asalto final con un punto de ventaja a favor del piloto español. Àlex tuvo el objetivo en su mano, ya que a 10 giros de la bandera a cuadros viajaba en cuarta posición, con una clara posibilidad de subir al podio argentino, y su rival estaba mucho más atrás. Sin embargo, la opción de Crivillé se torció y se queda sin repetir el subcampeonato que ya había alcanzado en 1996.
"Como me caí el viernes, me dolía el brazo al frenar y de repente he perdido el control de la rueda delantera", explicó Àlex. "Es una pena. Creo que podía acabar segundo en el Mundial". Ahora, por lo menos, no tendrá que renunciar al maldito número dos -en las últimas temporadas el subcampeón siempre se ha visto perseguido por la mala suerte- y en 1999 podrá lucir, por primera vez desde que corre en 500cc, un dorsal impar, el tres.
Sin Crivillé en pista, se esfumó la única posibilidad de ver a un español en el podio. Carlos Checa quedó minimizado por un neumático defectuoso, pero sumó los puntos necesarios para acabar cuarto en el Mundial.
