Sentencia en la última vuelta

El Mundial de motociclismo vivió ayer con intensidad su último día de la temporada. Las cilindradas de 125cc y 250cc llegaron a Argentina sin conocer su campeón y la resolución fue tan emocionante como polémica en las dos categorías. Tanto el italiano Loris Capirossi como el japonés Tomomi Manako se coronaron en la última vuelta y en los despachos. En dos y medio, Capirossi chocó con su rival, el japonés Tetsuya Harada, cuando faltaban dos curvas para el final de la carrera, y Manako debía esperar a hoy para celebrar su título de la cilindrada más pequeña, pues estaba pendiente de que se confirmara la descalificación de su compatriota Kazuto Sakata del gran premio anterior, en Australia, por usar gasolina ilegal.Capirossi se coronó en Buenos Aires a pesar de ser descalificado de la carrera después de la protesta oficial que Harada elevó contra su actuación. Los dos pilotos de Aprilia llegaban a Buenos Aires prácticamente igualados y quien quedara delante del otro iba a conquistar el título. Durante todo el fin de semana se había respirado tensión y aires de revancha, ya que el nipón había batido al italiano en una situación idéntica en 1993.

La carrera respondió a la expectativa. Capirossi y Harada se enzarzaron en una lucha exclusiva durante 24 de las 25 vueltas. Todo iba a decidirse en el último giro, y entonces ambos cometieron errores impensables que permitieron tomar el liderato a su compañero Valentino Rossi. Mientras éste celebraba su quinto triunfo de la temporada, los dos candidatos afrontaron la última curva con Harada delante de Capirossi.

El italiano intentó una maniobra final bastante arriesgada y, según el japonés, de legalidad muy discutible. Las dos motos se tocaron y Harada, como iba por el exterior, acabó por los suelos. Capirossi sumó el título de 250cc a los dos que había conseguido en 125cc. Mientras celebraba su éxito en el podio, Harada le obsequiaba con vistosos cortes de mangas.

Pero ahí no acabó todo. Más tarde los comisarios aceptaron la reclamación de Harada y excluyeron a Capirossi. Sin embargo, esta decisión no cambió el desenlace de la prueba, ya que el italiano partía con cuatro puntos de ventaja y, al quedarse ambos sin puntuar en Buenos Aires, mantenía la primera posición de la clasificación general.

"Siento que se haya acabado así, pero tenía un hueco, era mi última oportunidad y la he aprovechado", explicó el nuevo campeón del mundo, que también recurrió contra su exclusión. "No creo que fuera una maniobra ilegal", añadió. Su enemigo no tenía la misma opinión. "No se pueden hacer estas cosas", dijo Harada.

La más pequeña de las cilindradas, los 125cc, deberá esperar un poco más que sus hermanas mayores para nombrar oficialmente a su campeón del mundo de 1998. Hoy o mañana está previsto que la FIM publique los resultados del contraanálisis de la gasolina usada por Kazuto Sakata en el anterior gran premio de Australia. Si se confirma que era ilegal, como reveló un primer diagnóstico, el título se lo llevará su compatriota, el japonés Tomomi Manako, vencedor ayer en Buenos Aires, por un solo punto. El GP de Argentina fue, por otra parte, la última carrera del piloto madrileño Luis D"Antín.