El Madrid, víctima de sus errores

El Racing hurgó ayer con saña en las carencias del Madrid. Un gol en el último suspiro del primer tiempo, otro en el aliento final del segundo; dos tantos que llegaron en sendos errores defensivos de la zaga madridista; dos fallos imperdonables de concentración, por si no se había hablado y debatido bastante sobre las lagunas del conjunto blanco en este aspecto. Y esta vez el Madrid no acertó a compensar sus fallos con su descomunal pegada: cedió un empate en el Bernabéu (2-2) y entregó el liderato.Fernando Hierro marcó los dos goles de su equipo, pero también falló en los dos del rival -en el primero se dejó robar la cartera por Merino y en el segundo, que culminó con un error todavía más gordo de Jaime, Munitis le dejó sentado con una bicicleta-. La historia, además, dejó una imagen lamentable: Jaime, hundido por su protagonismo en el 2-2, tuvo que ser consolado por los jugadores del Racing; ninguno de sus compañeros se acercó a darle una palmadita.

Y el Mallorca, nuevo líder. Los isleños propinaron una paliza de escándalo al Atlético (4-0). Los de Sacchi confirmaron su línea irregular y cuajaron un partido de lo más defectuoso, tanto en ataque y en defensa. Cuatro visitas llevan los rojiblancos en lo que va de Liga y el balance no ha podido ser más negativo: tres derrotas y un empate. Huele a tormenta en casa de los Gil. Todo lo contrario que en el Luis Sitjar, que viven en permanente estado de fiesta. Tiene mérito lo de este equipo, al que se le adivina la mano de Héctor Cúper, su entrenador, por todos los rincones: desmantelado de los mejores jugadores el pasado verano, el Mallorca sigue serio, rocoso y ganador.

El Barcelona salió favorecido del rumbo de la jornada. Le costó, tuvo que esperar más de la cuenta para noquear al Espanyol de Miguel Ángel Brindisi, pero al final conquistó la victoria en Montjuïc (1-2). Un penalti a diez minutos del final, fabricado por Rivaldo en un jugadón del que salió malparado, dio a los azulgrana tres puntos que le ponen a uno del Madrid.

Y ruidosa resultó la goleada que el Valencia aplicó al Betis (5-1). Los de Vicente Cantatore, en plena crisis, ocupan ya la última posición de la tabla -el Extremadura sumó su primera victoria del curso en Vitoria (0-1)-. Y cada vez resulta más fácil de pronosticar la intervención, bisturí en mano, de Ruiz de Lopera.