Protestas vecinales en Tarragona, Cardedeu y Ripollet para reclamar mejoras en la red de carreteras

Unos 400 vecinos cortaron ayer de nuevo la carretera N-340 a la altura de la Punta de la Móra (Tarragonès), dentro de la campaña iniciada hace un mes y medio para exigir la gratuidad de la A-7 mientras no se construya el segundo cinturón de la ciudad. Los miembros de la plataforma anunciaron que en las próximas movilizaciones incrementarán los cortes para evitar que el tráfico pueda ser desviado por la carretera comarcal de El Catllar como hasta ahora. De esta manera, el próximo domingo se cortará el tráfico de manera simultánea a la altura de Torredembarra y la urbanización Bosques de Tarragona. Otras 500 personas se movilizaron ayer en Cardedeu (Vallès Oriental) para reclamar la construcción de la variante de la C-251, informa Josep Lluís Eras. Los manifestantes, que cortaron durante una hora la C-251, guardaron un minuto de silencio en recuerdo de los dos jóvenes de Cardedeu, de 24 y 25 años, que murieron la semana pasada en dos accidentes en esta carretera. A raíz de estos siniestros, el Ayuntamiento de Cardedeu ha reiterado a la Generalitat la necesidad de acelerar la construcción de la variante. La alcaldesa, Cristina Viader, ha hecho llegar a la Dirección General de Carreteras un informe en el que señala que las dos muertes constatan la peligrosidad de la travesía, como ya había puesto de manifiesto anteriormente un estudio de la Dirección General de Tráfico. Los vecinos de Cardedeu ya han cortado la carretera en varias ocasiones para que se aceleren los trámites administrativos y para que la Generalitat destine una partida a esta obra en el presupuesto de 1999. Las acciones las impulsa una plataforma cívica que cuenta con el apoyo de todos los concejales del consistorio excepto uno de los cinco que tiene CiU. Otra acción reivindicativa se celebró ayer en Ripollet, donde centenares de personas participaron en una botifarrada popular para pedir el soterramiento de la autopista A-18 a su paso por el municipio. Durante la comida, en unos terrenos próximos a la autopista, se colocaron pancartas en los edificios próximos en las que podía leerse: "Construïm Ripollet", "Soterrem l"autopista" o "Recuperem el riu". Los 120.000 vehículos que circulan diariamente por esta autopista a su paso por Ripollet causan un elevado grado de contaminación ambiental y acústica.