Los clubes aceptan la Superliga de la UEFA a cambio de triplicar sus ingresos
Los grandes clubes europeos y la UEFA pactaron ayer una fórmula de colaboración que cierra por ahora el conflicto que mantenían desde hace meses. En una reunión que Adriano Galliani, vicepresidente del Milan, consideró histórica, la UEFA realizó concesiones económicas y políticas. Aceptó un fuerte aumento de las retribuciones (aproximadamente un triple) a los clubes en la Superliga y otorgó al grupo de los 12 el papel de interlocutor en las negociaciones. Queda una cuestión pendiente: los clubes siguen sin tener un papel ejecutivo en las decisiones de la UEFA.
Todos se felicitaron. La UEFA, a pesar de sus concesiones al grupo de los 12, y los clubes, porque por vez primera observan una posición más generosa en el máximo organismo del fútbol continental. "Nos encontrábamos en una nueva situación y había que asumirlo. Por fin, hemos hablado con los clubes de forma oficial. Les felicito por su unión. Para nosotros ha sido importante esta asociación de equipos porque hasta ahora teníamos dificultades para encontrar interlocutores entre ellos", declaró el secretario general de la UEFA, Gerhard Aigner. Fue una manera de decir la trascendencia que ha tenido la formación del grupo de los 12 en el cambio de panorama que se ha producido en el fútbol europeo. Pero las palabras de Aigner no impiden pensar que la asociación de clubes ha puesto en graves dificultades el monopolio de la UEFA, una organización que probablemente se sentiría más feliz en el estado anterior, con todos los equipos disgregados y sin un propósito común. Todas las partes tuvieron mucho cuidado en recalcar que los Doce no forman un grupo de privilegiados, autorizados a beneficiarse de prebendas que otros tienen. "Nosotros actuamos como motor para el resto de los clubes europeos", señaló Galliani, que actuó como portavoz de los equipos junto al presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz. Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona, también participó en la reunión, junto a los dirigentes del Milan, Inter de Milán, Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Ajax de Amsterdam, Olímpico de Marsella, Oporto, Liverpool y Manchester United.
Las sociedades recibieron garantías de un importante aumento en la retribución por competir en la Liga de Campeones. En este sentido, el cambio es sustancial y afecta de manera decisiva a los equipos de las siete naciones representadas en la reunión de Ginebra. Hasta ahora, la proporción entre la UEFA y los clubes en el destino de los ingresos era del 50%. Según fuentes cercanas a las conversaciones, a partir de la próxima temporada los clubes recibirán el 80% de los ingresos y la UEFA se quedará con el 20%. Pero tan importante como la distribución global del dinero es el reconocimiento del papel que juegan ciertos países en la generación de ingresos. El 87% del dinero que ingresa la UEFA por la Liga de Campeones deviene de las televisiones de Alemania, España, Italia, Inglaterra, Francia, Holanda y Portugal. Los equipos de estas naciones serán los que reciban más dinero a partir de la próxima temporada, en detrimento de los clubes del Este y nórdicos, que hasta ahora estaban en condiciones de igualdad con relación a los occidentales, a pesar de su escasísima contribución económica. Este incremento en las retribucions es capital en la pacificación del conflicto entre las dos partes.
"La UEFA nos ha sorprendido con una fórmula que se parece mucho a la que diseñamos los 12 clubes en la reunión de Milán", declaró Lorenzo Sanz. Los elogios fueron continuos. "La UEFA ha trabajado bien. Ha hecho buenas aportaciones", añadió Galliani. A cambio de las concesiones económicas y de una mayor transparencia en la información, los equipos refrendaron su continuidad en el proyecto de la UEFA con respecto a la nueva Superliga. "La fórmula de 32 equipos nos conviene", señaló el vicepresidente del Milan.
Sin embargo, hay un punto que la UEFA se resiste a negociar. Se trata de la participación de los clubes en la gestión de los derechos televisivos y comerciales. Aún juegan un papel de simples receptores, a pesar del aumento en el reparto del dinero. "Por eso no soy tan optimista", manifestó Juan Onieva, vicepresidente del Madrid. "Es evidente que los clubes deben tomar parte en la toma de decisiones y, por ahora, las decisiones corresponden absolutamente a la UEFA.
