Otra vez los 700 puntos

Mientras que el entorno financiero discute sobre los plazos y profundidad de la crisis, los mercados de valores recuperan altura aprovechando cualquier resquicio que se les presente. La Bolsa española se ha agarrado a un buen dato de inflación y a la revisión al alza del crecimiento económico realizada desde el Gobierno, pero ha hecho caso omiso de las advertencias del gobernador del Banco de España sobre la posibilidad de que esa revisión pueda verse afectada a la baja como consecuencia de la crisis. Se trata de vivir al día y, por el momento, el final del ejercicio aparece tan lejano como incierto.

En lo único que están de acuerdo los responsables económicos y monetarios es en que la inflación va a ser menor de lo previsto, el 1,9% posiblemente, pero el mercado no ha tenido en cuenta que esta previsión se realiza inmediatamente después de advertir que el consumo se frenaba en agosto.

La Bolsa española volvió a abrir en medio de una gran incertidumbre que los habituales del parqué madrileño definían como un test la cantidad y presión del papel puesto a la venta. Una vez constatada la ausencia de problemas serios por ese lado, se repitieron las tomas de posiciones del día anterior, aunque esta vez no había nada inmediato que celebrar y los altibajos fueron importantes.

La apertura de Wall Street, con alzas moderadas que se transformaron al cierre en una ganancia de 330,58 puntos (el 4,15% fue determinante para que en el mercado español se mantuvieran las posiciones. El resultado fue la recuperación del nivel de los 700 puntos en el índice general de Madrid por primera vez en este mes, y con un volumen de negocio que empieza a ser repetitivo, 1 50.000 millones de pesetas, que tanto valen para una sesión alcista como para una negativa.

La deuda también se animó con el anuncio de que la inflación terminará el año por debajo de las previsiones y los precios siguieron recuperando posiciones. La rentabilidad del bono a 10 años bajó hasta el 4,51%, desde el 4,75% del comienzo de la semana.