El juez advierte a Maeso de que su negativa a someterse a una exploración física puede ser una prueba contra él
El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valencia, el encargado de investigar el brote de hepatitis C localizado en dos hospitales de la ciudad, ha desestimado el recurso interpuesto por Juan Maeso para no someterse a la exploración física que determinaría si el anestesista es o ha sido adicto a cualquier tipo de drogas. En el auto en el que razona su decisión, el magistrado advierte al facultativo -el único imputado por el contagio masivo- de que su postura podría ser valorada como una prueba de su supuesta drogadicción. José Manuel Ortega defiende la hipótesis de que Maeso pudo inocularse -ya en el quirófano y con la misma jeringa- parte de los opiáceos destinados a sus pacientes. Además, el instructor del caso subraya que la negativa de Maeso a someterse a las pruebas exploratorias puede ser constitutiva de un delito de desobediencia. El anestesista acudió el pasado 6 de octubre a la Clínica Médico Forense de Valencia, donde se negó a someterse a las mencionadas pruebas tras alegar la imposibilidad de contratar a un experto que le asesorase. No obstante, Ortega alude en su notificacion al derecho constitucional de cualquier ciudadano a negarse a pasar por cualquier prueba física. Los primeros resultados de los estudios epidemiológicos auspiciados por la Consejería de Sanidad relacionan al facultativo con más de un centenar de casos de contagio. Maeso, en su primera y única comparecencia ante el juez, negó haber incurrido en cualquier irregularidad en el desempeño de su trabajo en el centro maternal del Hospital La Fe. Hoy mismo, la ex directora gerente de ese centro, Elena Martín, un médico y una enfermera de ese mismo hospital -todos ellos, ex compañeros del anestesista- prestarán declaración ante el juez. Mientras, Maeso expresó ayer, en un comunicado su "rechazo a la actitud y trayectoria" del Colegio de Médicos de Valencia "en lo que concierne a la asunción de sus obligaciones" para con él " como colegial y tomador" de sus seguros. El facultativo ha lamentado reiteradamente la actitud de sus compañías aseguradoras que, según resalta, siguen sin facilitarle los medios económicos que reclama para su defensa.
