El derribo del enlace de Amara causará problemas de tráfico durante 26 meses

La remodelación de los accesos viarios entre San Sebastián y la autopista Bilbao-Behobia en el barrio de Amara provocará problemas en el tráfico durante los 26 meses que van a durar las obras, según pronosticó ayer el diputado guipuzcoano de Transportes y Carreteras Antton Jaime. El proyecto para modificar el trazado actual de los accesos a la autopista y la conexión entre Amara y Loiola ha sido aprobado por la Diputación y tiene un coste de inversión de 2.362 millones de pesetas. La obra empezará antes de concluir el año.

La razón básica para modificar los actuales accesos, más conocido como scalextric de Amara, radica en la necesidad de liberar terrenos para el desarrollo residencial de Amara hacia Loiola, que es junto a la vega de Ibaeta, el área por donde crece la ciudad. El área liberada corresponde a la denominación Riberas de Loiola, donde se construirán 1.600 viviendas, de las que 500 serán de protección oficial, así como un apeadero de la línea de Renfe (Irún-Madrid) y otro del Topo (Hendaya-San Sebastián). El proyecto, en síntesis, consiste en la demolición del actual semienlace con la autopista y la construcción de un nuevo acceso con un trazado que bordeará el futuro barrio de Riberas de Loiola. Además, se construirán una nueva carretera bordeando el río Urumea y varios ramales que confluirán en una glorieta de grandes dimensiones en la confluencia del paseo de Zorroaga con la Avenida de Loiola. Los enlaces de entrada y salida tendrán tres carriles en cada sentido. La planificación de la zona también prevé la construcción de un quinto puente sobre el río para comunicar la futura área residencial con Egia e Intxaurrondo, si bien no está incluido en el proyecto. Su ejecución deberá ser financiada íntegramente por el Ayuntamiento. Por el contrario, el municipio sólo aporta 339 de los 2.362 millones que cuesta el nuevo enlace viario, aunque la Diputación obtendrá a cambio aprovechamientos edificatorios en el futuro barrio. La ejecución del proyecto tiene una gran complejidad técnica por tratarse de uno de los nudos de entrada y salida de la ciudad. El diputado de Carreteras, Antton Jaime, advirtió ayer que "se formarán colas" de modo inevitable cuando se demuelan los actuales viaductos, en los que ya se registran retenciones importantes en horas punta. La Bilbao-Behobia a su paso por San Sebastián, donde sirve como variante de la ciudad, soporta un tráfico de 85.000 vehículos al día en el tramo Amara-Loiola y se prevé que se incrementará a 110.000 vehículos en el año 2008. La demolición del scalextric obligará a abrir unos ramales provisionales de entrada y salida a la ciudad por el alto de Zorroaga y junto al colegio La Salle, lo que dará lugar a previsible colapsos y a un incremento de tráfico en los otras conexiones con la autopista en el Antiguo y Carlos I. No obstante, Jaime explicó que, para atenuar al máximo el impacto de las obras, se ha decidido que el desmontaje propiamente dicho del scalextric no se efectúe en los meses estivales, que es cuando mayor intensidad circulatoria se registra. La demolición y reconstrucción durará un período de ocho a 10 meses, aunque el departamento de Carreteras espera que las empresas que concursen propongan soluciones técnicas que acorten este plazo.