IGOR YEBRA BAILARÍN "Me he vuelto muy escéptico con los políticos"

Hace 11 años Igor Yebra salió de Bilbao con una meta clara, bailar. Desde entonces, Yebra, de 25 años, ha recorrido los escenarios de multitud de países pero afirma que en ningún sitio se vive como aquí. Sin embargo, no ve cercano su regreso, ya que "ni en el País Vasco ni en el resto de España existe una compañía de ballet exclusivamente clásica; ni siquiera existe como proyecto". Actualmente, está ensayando en la Ópera de Roma el ballet Romeo y Julieta, al tiempo que prepara una coreografía con Maurice Béjart. Pregunta. ¿Cómo ha vivido el anuncio de la tregua de ETA desde Roma? Respuesta. Con mucho optimismo; todo lo que sea en beneficio de la paz siempre es bueno. Sin embargo, espero que el proceso de paz se haga de buena fe. Ninguna de las partes debería buscar su propio beneficio. Este es un tema demasiado importante. P. ¿Y la campaña electoral que acaba de comenzar? R. La verdad, de los políticos no espero nada. Normalmente, juegan con los que votamos, con los ciudadanos. Ya nunca espero que vayan a cumplir con lo que prometen en las campañas. Me he vuelto muy escéptico en todo lo que a los políticos se refiere. Aunque también es cierto que una cosa es lo que se desea y otra lo que se puede hacer a la hora de la verdad, cuando se gobierna. P. Usted ha podido conocer la forma de hacer cultura en otros países, ¿se le ha dado impulso suficiente en el País Vascos? R. Es indudable que en Bilbao se han hecho cosas pero siempre se pueden hacer más. De hecho, a mí como artista siempre me va a parecer poco. Me gustaría que fuese más importante, tanto como el deporte. El deporte nos alimenta por fuera pero la cultura es el alimento del alma. Debería valorarse más. P. ¿Y respecto a la danza, qué le propondría al próximo gobierno? R. Me conformaría con que hiciesen algo porque hasta ahora no hay prácticamente nada. Creo que si se pretende crear una identidad cultural, no basta con tener un museo, que está muy bien pero que no es suficiente. Se debería crear algo de ballet, además de otras cosas. Cualquier ciudad cultural debería contar con una compañía estable y con una buena escuela. P. ¿Cómo vería una Euskadi independiente? R. Sobre esto no me pronuncio porque soy de donde soy pero como artista, mi casa está donde esté mi trabajo. Sin embargo, aunque pienso que no hay que perder los orígenes ni la cultura autóctona, creo que a final del siglo XX hay que pensar en grande y hacia afuera, no en lo pequeño y periférico.