El PSPV acusa al Consell de actitud pasiva frente a la violencia doméstica

El rechazo del PP a la creación de una fiscalía especial en la Comunidad Valenciana para abordar el creciente aumento de violencia doméstica contra mujeres y niños ha provocado escozor en la primera fuerza de oposición. La responsable de participación de la mujer del PSPV, Carmen Ninet, denunció ayer "la pasividad del Gobierno de Zaplana", que se refleja en la propuesta de los populares en las Cortes que busca reducir el proyecto de fiscalía a una simple sección dentro del Tribunal Superior de Justicia.

La diputada socialista respondió ayer a la negativa rotunda del grupo popular al plan integral de prevención y atención a la violencia doméstica presentado por el PSPV en las Cortes el pasado 22 de septiembre. Ninet condenó "la actitud pasiva" del PP ante "una situación que está generando una gran repulsa social", y que, precisó, atraviesa por un momento clave ante el incremento de los casos de violencia doméstica en la Comunidad Valenciana. "La solución a un problema tan profundo y complejo", precisó la diputada socialista Concha Pérez, "necesita actuaciones en todos los planos de la sociedad (educación, salud, servicios sociales, etcétera...), como contemplaba el plan de los socialistas". Según la diputada, el plan integral de los socialistas "iba más allá, porque pedía la creación de una fiscalía especial para estos casos, mientras el PP ha presentado una propuesta que sólo establece la creación de una sección específica dentro del TSJ". Para Concha Pérez, el PP "no tiene ninguna voluntad de pacto", ya que, explicó, "el PSPV no hubiera votado en contra de una actuación que favoreciera a la mujer aunque la iniciativa viniera de otro grupo". En la Comunidad se ha producido un significativo aumento de las denuncias por malos tratos. Según las últimas cifras de la Diputación de Valencia, en los primeros nueve meses 135 personas, entre mujeres y niños, han buscado apoyo en la Casa de Acogida para huir de los malos tratos de sus compañeros. El 90% de las internas no tiene estudios y vive de la economía sumergida.