Tres protestas vecinales complican la operación retorno del puente del Pilar
Las manifestaciones vecinales con cortes de carretera en tres puntos de la red viaria catalana (Cardedeu, Altafulla y La Baronia de Rialb) complicaron ayer la operación retorno del puente del Pilar. En los accesos a Barcelona no hubo retenciones hasta entrada la noche. Por la mañana y a mediodía, los problemas se registraron en la salida de Andorra y en la C-1411 a la altura de Berga, punto de concentración de los boletaires. Durante este largo fin de semana, 10 personas han dejado la vida en las carreteras catalanas.
Una de las vías más conflictivas durante la jornada de ayer fue la C-1411 a su paso por Berga, en dirección a Barcelona, donde al mediodía ya se formaron colas de hasta 9 kilómetros, informa Enric Badia. Unas horas después, las retenciones alcanzaron los 15 kilómetros, lo que provocó que en algunos momentos los vehículos estuvieran parados. La zona de Cal Rosal, en las inmediaciones de Berga, es uno de los puntos negros más conflictivos durante la temporada de recolección de setas. A los boletaires se sumaron ayer los vehículos que retornaban a Barcelona procedentes de Andorra. En la N-145 se registraron atascos desde primera hora de la mañana. La autopista A-7 en dirección a Barcelona, entre Maçanet de la Selva y Sant Celoni, llegó a soportar unos 20 kilómetros de cola, al igual que la N-II a su paso por Cervera. A estos problemas se añadieron los provocados por las movilizaciones populares. En la C-251, a la altura de Cardedeu, se registraron retenciones de hasta 8 kilómetros a partir de media tarde, cuando unas 300 personas cortaron la carretera para exigir al Departamento de Obras Públicas la construcción urgente de una variante. Durante las dos horas que duró la protesta, la Guardia Civil desvió los vehículos por un trazado alternativo, lo que evitó que los problemas de tráfico fueran más graves, informa Josep Lluís Eras. Un segundo corte de carretera se registró en el municipio de La Baronia de Rialb, donde unos 150 coches y tractores llevaron a cabo una marcha lenta a lo largo de un tramo de 28 kilómetros de la C-1313, entre el cruce de Peramola y Ponts. La protesta, que provocó retenciones de hasta siete kilómetros, se convocó para reclamar una solución a los trastornos que estas poblaciones sufren por las obras de construcción del embalse de Rialb. Los problemas en esta carretera se vieron agravados por una colisión múltiple a la altura de Balaguer, con el resultado de nueve personas heridas. La N-340 también estuvo cortada debido a una protesta vecinal a la altura de la urbanización de la Punta de la Mora, informa Epi Amiguet. La acción se produjo en el marco de la campaña de movilizaciones iniciada hace un mes para reclamar la gratuidad de la A-7 hasta que no se construya el segundo cinturón de Tarragona. A diferencia de los cuatro cortes anteriores llevados a cabo por los vecinos de la Punta de la Mora, la protesta de ayer no había sido notificada a la Subdelegación del Gobierno, por lo que los agentes de la Policía Nacional solicitaron el nombre y el número del DNI a los manifestantes. Durante este puente del Pilar han muerto 10 personas en las carreteras catalanas, El accidente más grave se produjo ayer en Esparraguera (Baix Llobregat), donde murieron cuatro jóvenes, dos de 20 años, uno de 18 y otro de 17. El sábado, dos personas perdieron la vida en la carretera en la C-1411, a la altura Puig-reig (Berguedà). En Vila-seca (Tarragonès) siete ancianos resultaron heridos al colisionar el microbús en el que viajaban contra un turismo. Dos de los jubilados, que se dirigían a Port Aventura, quedaron ingresados en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.