Tenemos que hablar
No hace muchos años existió un cacique gallego al que no se le escapaba una moza de las que vivían en sus dominios. La manera de conquistarlas era muy sencilla, las esperaba a la salida de misa y les decía: "Tenemos que hablar".A qué viene esta historia. Es un símil para explicar que cuando los Gobiernos y los empresarios piden "diálogo social", lo que quieren decir es que los trabajadores se arrodillen, porque humillados ya están hace tiempo.
La tan cacareada modernización del país, se ha hecho a costa de los derechos de los trabajadores. Alguien tendrá que engañar a sus nietos para hacerles creer que con la democracia, los derechos del mundo del trabajo fueron respetados.
Porque la realidad es tozuda y tarde o temprano saldrán a la luz tropelías como las exclusiones por razón de edad en las empresas. Las falsas prejubilaciones, llenas de opacidades jurídicas. Para que más tarde una legión de viejos prematuros sean sometidos a todo tipo de humillaciones y persecuciones en las ventanillas del Inem.
También se sabrá que grandes multinacionales compraron empresas para cerrarlas y hacerse con el mercado.
Éstas no son afirmaciones gratuitas; puedo probarlas.
En esta historia hubo muchos culpables: Gobiernos que predicaban una cosa mientras hacían lo contrario, empresarios insaciables que nunca tienen bastante y, lo más doloroso, sindicatos llenos de interlocutores válidos dispuestos a todo con tal de salir en la foto. En fin, miseria humana...- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.