Zaplana apuesta por un mayor autogobierno dentro del marco de la actual Constitución

El debate sobre el modelo de Estado abierto a raíz del anuncio de tregua indefinida declarado por la banda terrorista ETA sobre la posibilidad de modificar la Constitución, al que se han aferrado los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos a través de la Declaración de Barcelona, por un lado; o los tres presidentes autonómicos socialistas, por otro, cuya expresión documental se conoce como la Declaración de Mérida, fue clave en la alocución institucional del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, con ocasión de la celebración del Día de la Comunidad Valenciana. "Los valencianos sabemos que hemos recuperado nuestras instituciones de autogobierno y hemos hecho valer nuestra personalidad política gracias a la Constitución", dijo Zaplana. Desde tal declaración de principios, el presidente de la Generalitat apostó por mantener incólume el contenido de la Carta Magna porque "una interpretación amplia y generosa de su contenido, fiel a su espíritu, permitirá que nuestro autogobierno siga ampliándose". Mientras que "un cambio constitucional no necesariamente garantizaría la profundización en este objetivo". Zaplana se alineó claramente con la interpretación de la Constitución que ha reiterado recientemente uno de sus ponentes, el presidente de la Xunta de Galicia y dirigente histórico del PP Manuel Fraga, al decir: "Las regiones y nacionalidades que conformamos España tenemos más cotas de autogobierno y posibilidades constitucionales de un mayor desarrollo que cualquier región europea". Así, su conclusión al respecto fue contundente: "No cabe romper un marco constitucional que es el mejor que ha conocido España en toda su historia y el que mejor ha interpretado los deseos de paz y libertad de todas las personas y los pueblos que integra". Para cerrar capítulo con una declaración en favor de la equiparación competencial de todas las autonomías: "No caben desigualdades ni desequilibrios entre las comunidades que tienen las mismas aspiraciones y corresponde a cada una de ellas, dentro de la Constitución, fijar el grado de competencias deseadas". La defensa del actual marco constitucional por parte del presidente de la Generalitat estuvo trufada con un par de alusiones a la urgencia de impulsar la reforma del Estatuto de Autonomía "de una forma rápida y decidida". Sin mayores precisiones sobre las líneas maestras a seguir al revisar la norma sobre la que se asienta la autonomía valenciana, Zaplana declaró: "Nada debe impedir que, en esta legislatura, las Cortes afronten la reforma de nuestra Estatuto". El segundo capítulo de la declaración institucional estuvo dedicado al "acuerdo histórico" sobre la polémica lingüística que Zaplana dio por encauzada definitivamente: "Estamos en el buen camino para resolver el problema que se había creado en torno al valenciano". El presidente apeló al buen sentido para cerrar para siempre "una herida abierta que dificultaba nuestra vida cotidiana": "Quiero hacer un llamamiento a la responsabilidad cívica, a todos los ciudadanos y, muy especialmente a los actúan desde la política, los movimientos sociales o las diferentes manifestaciones culturales para que contribuyan decididamente al éxito del gran acuerdo que hemos conseguido". Zaplana mencionó específicamente a los miembros del Consell Valencià de Cultura, el organismo asesor que elaboró el dictamen sobre la lengua, en términos muy similares: "El CVC ha demostrado que los valencianos somos un pueblo que incluso en la discrepancia construimos espacios de consenso".