Los frisos renacentistas del castillo de Vélez Blanco, hallados en París

La venta troceada del castillo de Vélez Blanco, en Almería, allá por 1904, sigue desvelando datos nuevos desperdigados por el mundo, sobre el arte del siglo XVII español. Al patio renacentista de la fortaleza, comprado en 1913 por el norteamericano George Blumenthal y ubicado hoy día en el Museo Metropolitano de Nueva York, viene a sumarse ahora el hallazgo en un museo de París de unos frisos que adornaron en los días de esplendor el Salón del Triunfo y el Salón de la Mitología del castillo.

El descubrimiento casual, motivado por unas obras de reparación de los radiadores del Museo de Artes Decorativas de París, ofrece una aportación artística del Renacimiento español única en su género. Se trata de 10 frisos de madera, con bajorrelieves que representan El triunfo de César y Los trabajos de Hércules. La Consejería de Cultura ya ha iniciado los trámites para conseguir una cesión temporal de los frisos que permita su exposición en el lugar de donde salieron, el castillo de Vélez Blanco. En el verano de 1992, al producirse la sustitución de radiadores en los sótanos del Museo de Artes Decorativas de París, aparecieron estas 10 piezas cuyo tamaño oscila entre los 0,74 metros de ancho por casi 6 metros de largo cada uno. Los trabajos de la investigadora Monique Blanc publicados en una revista francesa de arte identificaban las tallas como las pertenecientes en su día al castillo de Vélez Blanco. La venta por parte de Los Fajardo, dinastía propietaria del castillo, del patio renacentista en 1904 al coleccionista francés Goldberg (que lo vendería más tarde a Blumenthal) incluyó algún lote previo, entre los que se encontraban los frisos. Los estudios indican que las piezas pertenecieron a Emile Peyre, quien los adquirió por 60.000 francos al decorador y anticuario Goldberg en 1903. El paso del tiempo y el tráfico de obras de arte dado a comienzos de siglo provocaron el olvido de los frisos, apilados en los sótanos del museo hasta hace seis años. El conjunto de los bajorrelieves hallados constituye una de las muestras artísticas más importantes del protorrenacimiento español. En seis frisos pueden distinguirse, talladas en la madera, las legendarias victorias de Julio César en la guerra de las Galias en el año 45 a.C.; tallas inspiradas en los célebres Triunfos de César pintados por Andrea Mantegna para Francisco Gonzaga en el siglo XV. Estos bajorrelieves presentan un deficiente estado de conservación. Los cuatro restantes, que adornaron en su día el llamado Salón de la Mitología, recogen cada uno de ellos tres escenas mitológicas separadas entre sí por los escudos blasonados de don Pedro Fajardo y su segunda esposa, doña Mencía de la Cueva.