El presidente asturiano sugiere en su discurso sobre el estado de la región que formará un nuevo partido

El presidente del Principado de Asturias, Sergio Marqués, pronunció ayer en el debate del estado de la región un discurso de corte asturianista que sugiere que no descarta crear un nuevo partido. "Sólamente desde el ejercicio de nuestra propia dignidad y pueblo viejo que somos, conservando nuestras tradiciones y afianzando nuestras raíces podremos ciertamente diseñar una mejor opción de futuro", dijo Marqués, que cuenta tan sólo con el respaldo de cuatro de los 45 diputados del Parlamento regional.El de ayer fue el último debate del estado de la región de la presente legislatura y el primero en el que el presidente asturiano comparecía sin el apoyo del PP, que lo expulsó de su grupo parlamentario en junio pasado. Marqués ha reiterado este mensaje de defensa de Asturias y de su dignidad como pueblo en los últimos meses, con lo que ha alimentado la sospecha de que él y quienes le apoyan podrían estar perfilando la creación de un nuevo partido, de corte conservador y regionalista, para concurrir a los próximos comicios. En sus últimas declaraciones, el presidente asturiano ya no rechazó radicalmente la posibilidad de que surja un nuevo partido, ni descalificó esa imputación como "una infamia", tal y como había hecho hasta ahora para desmentir tal hipótesis. Y no descarta la posibilidad de que pudiera acabar encabezándolo si otros lo impulsan y la sociedad asturiana lo demanda. En su discurso, Marqués defendió "la equiparación competencial y, por tanto, la cuota de autogobierno en términos similares para todas las comunidades españolas y, por supuesto, la asturiana".

El presidente asturiano atribuyó la retirada de confianza del PP a haber mantenido "con firmeza la defensa de los intereses de Asturias" y la "dignidad de sus instituciones" frente a intereses particulares o de grupo. "Ni me ha temblado ni me temblará el pulso en defensa de lo que creo irrenunciable para defender Asturias y los asturianos", añadió. En una inequívoca alusión a la dirección del PP y a su secretario general, Francisco Álvarez Cascos, Marqués sostuvo que "para algunos este planteamiento de la defensa de los intereses de Asturias tal vez les ha quebrado sus planteamientos políticos o ha frustrado algunas de sus aspiraciones personales". Ésta ha sido la causa, según Marqués, de que "su reacción haya sido sencillamente desmesurada". La oposición fue muy crítica con Marqués. IU, que tachó al Gobierno de ilegítimo, y el PP juzgaron como grave la omisión de la crisis política de la comunidad, cuyo Ejecutivo carece de respaldo parlamentario. El PSOE y el Partiu Asturianista cuestionaron la sinceridad del planteamiento asturianista de Marqués. Los socialistas lo acusaron de ser "alumno aventajado" de las políticas del PP.