El Consell debe justificar el interés de la Ciudad de la Luz antes de expropiar, según los técnicos

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Alicante han elaborado un informe en el que advierten al Consell, promotor de la iniciativa para construir el complejo lúdico conocido como Ciudad de la Luz en el sur del término municipal, que debe aportar "una mayor justificación del interés público" para iniciar los expedientes de expropiación de los más de 2,3 millones de metros cuadrados en la Sierra de Colmenares. José Luis Ortuño, jefe del servicio municipal de Urbanismo y Medio Ambiente, recuerda en su informe que la legislación sobre expropiaciones, de ámbito nacional, prevalece sobre la autonómica. El Consell basa su propuesta en la competencia que le da el Estatuto en materia de turismo.

Las leyes permiten al Gobierno valenciano reservar áreas para ampliar el patrimonio público de suelo al objeto de favorecer la implantación de instalaciones para reforzar la oferta turística, recreativa y cultural de la Comunidad Valenciana. Siendo el turismo uno de los pilares básicos de la actividad económica, la Ciudad de la Luz se enmarca en una actividad de servicio público de fomento, que al entender de la Generalitat legitima la expropiación de bienes inmuebles. La reserva de suelo delimitada en esta ocasión consta de un total de 2.356.965 metros cuadrados de la Sierra Colmenares y la zona industrial de Agua Amarga, destinada a acoger un complejo metropolitano de actividades lúdicas, de carácter terciario-recreativo, de grandes dimensiones. La construcción de la Ciudad de la Luz y otras instalaciones anexas turísticas y deportivas, requiere un voluminoso trámite administrativo que hoy arranca con la aprobación, en el Ayuntamiento, del Plan especial de delimitación del área de reserva de suelo. Ese documento permitirá el inicio de las expropiaciones, a las que se oponen los propietarios de ese territorio. En su moción, el concejal de Urbanismo, José Ramón García, enfatiza el "innegable" interés turístico que reporta la actuación que promueve la Generalitat, ante el que considera "deben plegarse los intereses particulares, pese a que siempre resulta poco grato acudir a la técnica de la expropiación forzosa". El edil añade que es "deseable" que el Consell arbitre las "justas compensaciones" para los afectados, entre los que se incluyen 60 familias residentes o propietarias de negocios que funcionan en el paraje, además de los titulares de suelo no urbanizable. Otro informe municipal, en esta ocasión suscrito por el arquitecto jefe de la Oficina del Plan General de Ordenación Urbana, Miguel Ángel Cano, advierte que el área reservada afecta a la delimitación de la cuenca del humedal de Agua Amarga, incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana elaborado por la Consejería de Medio Ambiente, lo que obliga al Consell a someter toda actuación prevista a un informe de impacto medioambiental. El mismo experto señala en el documento que la decisión de ubicar en ese paraje la Ciudad de la Luz obedece a "criterios de oportunidad política", y que carece de proyectos detallados para informar al respecto. El Plan de delimitación determina dos fases de expropiación. Por una parte está la llamada zona A, al oeste del territorio reservado, con una extensión de 1.974.094 metros cuadrados, de los que 35.307 corresponden a suelo urbano industrial y el resto es suelo no urbanizable. La zona B se extiende por el este hasta el encuentro con la costa, y mide 382.871 metros. Entre las razones que esgrime el Consell para haber seleccionado ese paraje, destaca la fácil conexión con las infraestructuras de comunicación más importantes de la zona (ferrocarril y carretera nacional), escasa vegetación (prácticamente inexistente), el dominio visual de la bahía de Alicante y la depresión Elche-Torrellano, y la exposición de la sierra Colmenares a un régimen de brisas que atempera los rigores de los meses cálidos.