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Una exposición muestra los dibujos rechazados de Joan Junceda para "L"Auca de Montserrat"

En el 50º aniversario de la muerte del dibujante Joan Junceda (1881-1948), un clásico de la ilustración gráfica y la caricatura de la primera mitad del siglo en Cataluña junto a Cornet, Opisso y Llaverias, la sala Rovira de Barcelona exhibe las viñetas no aceptadas para L"Auca de Montserrat, dibujos para la publicación infantil En Patufet, portadas e ilustraciones de libros, trabajos publicitarios y una obra cuya curiosidad radica en el uso del color, poco utilizado por Junceda. La exposición podrá visitarse hasta el próximo 31 de octubre.

Joan Junceda siempre había mostrado interés por las costumbres y la cultura popular. En este sentido decidió revitalizar la tradición de las auques. Escribió y dibujó Urània, que expresaba su interés por la astronomía; Història de Lluquet Prim, el noi dels fideus, que reflejaba su poca apetencia por la pasta italiana, y L"Auca del Tibidabo. Pero la más popular y la primera que realizó, en 1923, fue L"Auca de Montserrat. Durante años, los visitantes que acudían al centro de devoción podían adquirir, junto al mató, una reproducción facsímil de la obra. Varias de las viñetas realizadas para la obra y que, finalmente, fueron sustituidas por otras fueron halladas en el hogar del artista y se exhiben junto a la auca original. Cotejándolas con las viñetas definitivas puede comprobarse cómo se sugirió al artista que cambiara el vetusto autocar con el que los peregrinos llegaban a la montaña por la imagen del moderno teleférico. También tuvo que cambiar la imagen en contrapicado de una mujer subiendo por la montaña -en la que se destaca su parte trasera- por una perspectiva menos parcial del cuerpo de la señora. La Auca de Montserrat, junto al retrato del artista pintado por su compañero Feliu Elías, que firmaba Apa, son las dos únicas piezas que no salen a la venta. La exposición cuenta con un amplio muestrario del ingente trabajo que realizó Junceda. A este respecto, Esperança, la hija del artista, recuerda con frecuencia que siempre que le deseaba las buenas noches, lo hacía viéndole trabajar junto a la mesa de dibujo. Junceda colaboró, entre otras muchas publicaciones de su época, en el periódico satírico Cu-cut!, en la selecta revista D"ací i d"allà, en los diarios La Publicitat y La Veu de Catalunya y en Virolet, suplemento infantil de En Patufet en la época en la que el público adulto se había incorporado a la lectura de esta publicación. Destacan en la exposición los dibujos realizados para ilustrar el libro Aventures extraordinàries d"en Massagran, de Josep Maria Folch i Torres, con el que Junceda mostró su gran capacidad de evocación de paisajes no vividos, ya que solía trabajar con la imaginación como fuente de documentación. El libro apareció en 1910 y representó la consagración profesional de Junceda. También pueden contemplarse ilustraciones de carácter costumbrista pertenecientes a la serie Pàgines viscudes.

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