Las excusas de la ONU
Si la economía mundial le causa cada vez más pánico, entonces aleje sus ojos de la política. Si la caída de bancos y bolsas hace temer a la gente por su trabajo, los ejércitos y los Estados que se desploman hacen temer a la gente por sus vidas. (...) El último semestre ha traído carnicerías a Kosovo, beligerancia en Irán y Afganistán, rivalidad nuclear entre India y Pakistán, un nuevo brote de terrorismo anti-norteamericano. (...) Idealismo y cinismo coinciden en la ONU, pero la organización se asienta en algo real: el mundo la necesita para prevenir las disputas internacionales que terminan en guerras y para ayudar a pararlas.(...) Una organización de estas características sólo será efectiva si los grandes poderes le apoyan. La razón esencial, si no la única, por la que la ONU no funciona hoy es que las grandes potencias no se implican (...). Esto significa que EE UU debería ceder a veces en algunas cuestiones referentes a Israel, por ejemplo; que China no siempre tiene que actuar para la galería del Tercer Mundo; y que Rusia debería utilizar sus antiguas amistades con países como Serbia e Irán para promover la paz, no para frustarla (...) Habrá cuestiones en las que las potencias no coincidirán, (...) pero en el mundo actual, menos dividido ideológicamente que antes, en muchos casos se podría llegar a un acuerdo y tomar decisiones sin intereses. La mayoría de los conflictos son guerras a la antigua usanza entre Estados en los que la ONU tiene todo el derecho a intervenir. 4 de octubre.
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