El Mallorca volvió a atascar al Tenerife

El Real Mallorca volvió a demostrar en Tenerife su oficio y disciplina táctica, en un partido que dominó cuando quiso, aunque al final el cansancio por el calor, el conformismo o la presión del rival les hizo frenar sus impulsos atacantes en busca de la victoria. El Tenerife se volvió a sentir incómodo ante el conjunto de Héctor Cúper durante la mayoría del choque y dejó claro que todavía le falta mucho para poder aspirar a algo más que la lucha por la permanencia.El duelo insular se vivió desde el principio con intensidad. El Real Mallorca salió como equipo dominador y el Tenerife, quizá por la experiencia de la pasada campaña, trataba de controlar los continuados ataques del conjunto balear. Sin embargo, en fútbol se suele dar la circunstancia que el conjunto que menos llega al área rival es el que consigue marcar. Eso le pasó al Tenerife al aprovechar una falta directa para sacar ventaja con un gol del brasileño André, propio de un jugador de billar.

El Mallorca tardó casi 20 minutos en reaccionar y se vio un tanto superado por un Tenerife que parecía creer de nuevo en sus fuerzas y en su capacidad de ganar el partido. Pero poco a poco, el Mallorca logró olvidar el gol encajado (el primero que recibe esta temporada) y pudo imponerse de nuevo en casi todas las facetas del juego. El último cuarto de hora de la primera parte fue un monólogo atacante del Mallorca frente a un rival que sólo trataba de alejar el balón de su área y que deseaba que el reloj avanzara lo más rápido posible hacia el descanso. Carreras en los balones parados y Biagini en jugadas de rapidez y habilidad pusieron un nudo en la garganta a los aficionados canarios. Desde que el árbitro pitó el comienzo de la segunda parte, quedaba claro que el Mallorca iba descaradamente en busca del área rival para, como mínimo, cosechar el empate. El Tenerife regaló la pelota a su rival, que una y otra vez se acercaba a las cercanías de Unzue con peligro. En uno de los lances, un balón suelto en el área lo aprovechó un astuto Biagini para conseguir la igualada.

El Tenerife trató de rehacer la situación, pero topó con la defensa del Mallorca. Y, al final, ambos dieron por bueno el empate.