CDC replica a Duran que Unió también votó por la autodeterminación

Los engranajes de la coalición nacionalista CiU vuelven a chirriar. Apenas extinguido el eco de la última crisis interna, producida a raíz del frustrado intento de Unió de colocar a su líder, Josep Antoni Duran, como número dos de la candidatura de Jordi Pujol, Duran ha irritado de nuevo a sus aliados de Convergència al cuestionar el voto de CiU en favor de la autodeterminación de Cataluña. Fuentes de la dirección convergente replicaron ayer que los diputados de Unió votaron sin rechistar junto a los de Convergència, y opinaron que tras la crítica de Duran no hay más que ansia de protagonismo.

El líder de Unió calificó anteayer de "innecesario" el acuerdo adoptado el jueves pasado por el Parlament en favor del derecho de Cataluña a la autodeterminación. En unas prolijas declaraciones remitidas por escrito desde México -donde se encontraba en calidad de vicepresidente de la Internacional Democristiana- a los medios de comunicación de Barcelona, Duran llamó la atención a CiU y pidió a la coalición nacionalista que no se deje arrastrar por iniciativas de otras formaciones. Duran se refería con este comentario al hecho de que la resolución autodeterminista fue auspiciada por los independentistas y posteriormente apoyada por CiU tras introducir unos ligeros retoques del texto. Ni el presidente de la Generalitat y de Convergència, Jordi Pujol, ni ningún dirigente de su partido accedieron ayer a comentar abiertamente las declaraciones de Duran. Pujol, de gira oficial sabatina por la comarca del Baix Llobregat, se negó rotundamente a aceptar preguntas de los periodistas sobre la postura de Duran o cualquier otro asunto de la actualidad política. Altas fuentes de la dirección de Convergència sí accedieron, a cambio de mantener el anonimato, a juzgar la toma de posición del líder de Unió. Estas fuentes subrayaron la contradicción que, a su juicio, encierran las palabras de Duran, toda vez que los propios diputados de Unió en el Parlament votaron en el mismo sentido que los de Convergència. De acuerdo con esta versión, los parlamentarios democristianos no expusieron ninguna objeción a la aprobación de la proclama autodeterminista en la reunión del grupo de CiU previa a la votación. Las fuentes convergentes consultadas aseguraron que no estaban sorprendidas por las manifestaciones efectuadas por Duran desde México y opinaron qué éstas no eran fruto de discrepancias ideológicas, estratégicas ni tácticas, sino simplemente, indicaron, del desmesurado afán de protagonismo que los convergentes atribuyen al máximo dirigente de Unió. Las tradicionales fricciones entre los dos partidos coligados en CiU han aumentado notablemente en frecuencia, intensidad y envergadura en los últimos cuatro años, siempre bajo el signo del reparto de cuotas de poder entre el socio mayor (Convergència) y el socio menor (Unió). El considerable crecimiento orgánico experimentado en los últimos años por el partido democristiano y la expectativa a medio plazo de sucesión de Jordi Pujol al frente del nacionalismo catalán no son factores ajenos al rosario de refriegas internas en la coalición. El líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, terció ayer desde Granollers en la polémica interna de CiU. Carod instó a Josep Antoni Duran y a Jordi Pujol a dedicar sus esfuerzos al gobierno de Cataluña, "que es para lo que la gente les votó [a CiU], no para pelearse públicamente", informa Josep Lluís Eras.