El atolladero del Ulster

Precisamente cuando parece que las cosas mejoran, puede ser que estén empeorando. Esto ocurre demasiadas veces en Irlanda del Norte. El martes, Mitchel McLaughlin, presidente del Sinn Fein, dijo que no se podía descartar una vuelta a la violencia por parte del IRA. Mientras tanto, Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, desbarraba sobre la necesidad de que el gobierno del Reino Unido abandone su apoyo a los unionistas y trabaje en favor de una Irlanda unida. Los principales dirigentes unionistas por su parte, parece que intentan arrinconar a Gerry Adams: continúan insistiendo en que él no puede tener sitio en la ejecutiva del nuevo Parlamento del Ulster hasta que los terroristas no abandonen sus armas. Sin embargo, los republicanos claman que representa una condición inaceptable por ser una rendición. (...) Primero, el IRA debe hacer un compromiso práctico y definitivo en cuanto a su propio desarme. Si no hay ningún progreso para febrero, cuando la Asamblea debe hacerse cargo de sus poderes formales, el edificio en tero puede derrumbarse. Pero los unionistas deberían quedar satisfechos con una demostración de buena fe y quizás un calendario para el desarme, gracias a la mediación del general John de Chastelain. (...) Deben admitir a los terroristas que acepten querer destruir sus armas. Sobre todo, deben evitar tratarles como a un ejército derrotado. (...) 1 de octubre de 1998