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Reportaje:

Un barco de mentira

Las mafias italianas, las que generaron el moderno crimen organizado, llevan tiempo en España, preferentemente en la Costa del Sol. Allí, sus capos se refugian de la presión policial de Italia. La Costa del Sol o la Costa Brava, que también es el caso, ofrecen camuflaje a mafiosos desde donde dirigir con tranquilidad sus negocios, la mayor parte vinculados con el tráfico de hachís -de ahí la preferencia por las urbanizaciones del sur- y de cocaína. Periódicamente, la policía, en especial la de Barcelona, detiene a peligrosos mafiosos y desarticula redes de narcotráfico. El año pasado, los agentes especiales de la policía desbarataron dos intentos de la mafia calabresa, la sanguinaria y temida N"Dranghetta, de asentarse en Cataluña y pusieron entre rejas a gente del calibre de Domenico Paviglianiti, un sicario cuyo sangriento historial acumula más de un centenar de asesinatos. El juez italiano Armado Spattaro inculpa a Paviglianiti del asesinato, en mayo de 1992, en Palermo (Sicilia) del juez especial antimafia Giovanni Falcone, de la esposa de éste y de sus tres escoltas. Los cinco murieron al estallar un coche cargado por la mafia con 1.000 kilos de explosivos. En Cataluña, la última acción de envergadura de la policía contra las redes italianas del narcotráfico se produjo a final del pasado mes de julio. Se detuvo a 16 personas, entre ellas a Rinaldo Bisco, vinculado con la mafia siciliana y la calabresa, y se incautó de 1.040 kilogramos de hachís. En este caso, la novedad residía en el ingenioso método usado para camuflar la droga. Rinaldo Bisco se instaló en 1992 en Almuñécar (Granada), en cuyo puerto creó la empresa Deporing, especializada en la construcción y venta de barcos de recreo de poliéster. El truco consistía en construir el barco hasta la mitad y con un departamento especial. Cuando llegaba la droga se colocaba en este departamento y se acababa de construir la nave, con lo que la droga quedaba sellada en su interior al abrigo de cualquier inspección, Cuando el barco llegaba a su destino en Italia, se reventaba la nave y se obtenía la droga.

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