Queridos hombres
En esta ocasión quiero dirigirme expresamente a vosotros de una forma genérica. Me gustaría en realidad dirigirme a todos los hombres y deciros que presiento que os habéis quedado en la hojarasca del feminismo. Habéis forjado un concepto acerca de nosotras que no responde a la realidad: creo que no nos escucháis. Acostumbrados como estáis a vosotros mismos os extraña nuestra presencia y os apartáis de nuestro proyecto. Muchos hombres están alelados por la presencia de las mujeres, ven mujeres por todos los sitios y su estado de atolondramiento ante ellas no les permite comprender nuestras palabras, nuestro mensaje, nuestro proyecto y mucho menos participar en él. A pesar de ello nosotras insistimos y os invitamos a incorporaros a la tarea de cambiar la mentalidad de los hombres y mujeres que no creen en una sociedad donde los humanos y las humanas puedan desarrollar todo su potencial genético sin barreras culturales y que todos y todas gocemos de las mismas oportunidades. Esa sociedad utópica es hacia donde dirigimos nuestro impulso, nuestras fuerzas e incluso nuestras vidas. Las mujeres proponemos un cambio de mentalidad porque en la actualidad permanecen vigentes los usos y costumbres sociales que paralizan el progreso humano e impiden su desarrollo de forma igualitaria, y consideramos que esos usos y costumbres engendran injusticias. Proponemos una mentalidad nueva, apropiada al futuro, con valores y símbolos que contengan en sí el respeto a la diversidad. Que ser iguales no signifique exclusivamente tener los mismos derechos ante la ley. Proponemos una igualdad global, la equivalencia entre humanos y humanas de forma que el reparto de las tareas sea indistinto entre los géneros. Si trabajamos juntos y compartimos la responsabilidad en todos los ámbitos eliminaremos, de entrada, todos los reproches que desde cada perspectiva nos lanzamos los unos a las otras y viceversa, y podremos crear otro ambiente mejor donde desarrollar los proyectos encaminados a erradicar la violencia y la xenofobia en sus múltiples manifestaciones.- . .
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