"El dueño de las palabras es el dueño de la realidad"

El escritor Juan José Millás acaba de publicar su última novela, El orden alfabético, una fascinante incursión sobre el poder de las palabras para ordenar el mundo. Autor de novelas tan destacadas como El desorden de tu nombre y La soledad era esto, Millás presentó ayer en Sevilla su última obra. Pregunta. En su novela habla de la importancia esencial de palabra. ¿El hombre se distingue fundamentalmente de los animales porque habla? Respuesta. Hablo de la palabra como generadora de la realidad. En cualquier momento hay siempre en alguna parte del mundo alguien leyendo un libro y ese libro genera realidad. La palabra está generando realidad permanentemente. La ausencia de la palabra produce un estrechamiento de esa realidad. P. Ray Bradbury relataba en un cuento cómo unos escritores y sus personajes morían cuando nadie les leía. R. La influencia de la literatura es tal en lo que llamamos realidad que no es necesario haber leído muchos libros para que la literatura te influya. Los comportamientos amorosos de un analfabeto funcional proceden de la literatura y él no lo sabe. La acumulación de libros produce la realidad. Si al mundo contemporáneo le arrancáramos las obras de Shakespeare y Cervantes, ese mundo sería otro. P. Pero da la impresión de que la persona que se pone hoy en día como modelo a seguir no lee libros. R. La desaparición del libro llega a crear gente sin capacidad para pensar. Por eso, vivimos en sociedades tan sumisas, tan moldeables por el poder. El pensamiento único engorda con la falta de pensamiento capaz de hacer frente a esa realidad. Hay una sociedad de analfabetos funcionales que saben leer mecánicamente la realidad, pero que no saben interpretarla y crear mecanismos para rebelarse. P. ¿El recorte de las asignaturas de humanidades en la enseñanza tiene que ver con esto? R. Las humanidades -la literatura, el latín, la filosofía...- tienen que ver con la conquista de la palabra, del pensamiento. El poder está interesado en que salgan ciudadanos de la universidad que no sean capaces de pensar en los términos de interpretar la realidad que hemos comentado. Y esa manía de muchos padres contra las humanidades es un error. Porque, de hecho, conozco a muchos médicos e ingenieros en paro o subempleados. Pero no conozco a nadie que domine la palabra que esté en paro. El dueño de las palabras es el dueño de la realidad. P. Usted ha sido muy crítico con la derecha. R. También lo fui con el PSOE. Pero nunca tuve con el PSOE el sentimiento de peligro que he llegado a tener con el PP. La falta de sentido del humor y el rencor de la gente del PP son muy altos y preocupantes.