El Talía sale a la calle

Ubicado en el centro de Valencia, en la antigua arteria principal de la ciudad, la calle de Caballeros, el Teatro Talía fue presentado ayer en sociedad. Desde hace muchos años, quizá desde que lo construyeron en los años veinte los trabajadores de la Casa de los Obreros de San Vicent Ferrer, el edificio no lucía como ahora, de una vez por todas acabada la rehablitación. Incluso goza de muchas más prestaciones debido a la ampliación del escenario a costa de una casa colindante y a la instalación de las mejoras técnicas necesarias para la representación teatral actual. Atrás queda una larga lista de complicaciones y retrasos: techos caídos; incendio de la instalación eléctrica; descubrimeinto de una acequia subterránea que obligaba a realizar un tratamiento contra la humedad; suspensión de pagos en la primera contrata; problemas de financiación; en fin, avatares por los que atraviesan muchos edificios del centro histórico. No obstante y contra lo que pudiera pensarse, poco más de tres años después de cerrar sus puertas con el sensacional éxito de público del espectáculo Imprebis, el Teatro Talía vuelve a abrir sus puertas el día 3 de octubre con la obra Souvenir. En ella se relatan las vivencias de tres generaciones de trabajadores alcoyanos, según el texto de Ximo Llorens que han dirigido Juli Cantó y Joan Miquel Reig para la compañía L"Horta Teatre-La Dependent, en una coproducción con Teatres de la Generalitat. Los actores Alfred Picó, Rosanna Espinós y Pepa Miralles, entre otros, serán, en consecuencia, los primeros que saluden al público desde las tablas del renovado escenario, que ha mantenido la boca original del teatro a la italiana -es decir, con el escenario al fondo-. Desde allí podrán comprobar tanto la nueva altura de la caja escénica como el brillo del barniz de las maderas de la sala, cuyo aforo es ahora de 400 butacas, una veintena menos que antes de la rehabilitación. Ésta ha supuesto también la ampliación del antes diminuto vestíbulo y la apertura de nuevas salidas para facilitar la seguridad. El coste de las obras supera los 600 millones de pesetas, de los cuales la Generalitat ha aportado 420. El Plan RIVA también ha participado en la financiación. Así las cosas, no resultaría extraño que las compañías prefieran el Teatro Talía a un escenario tan peculiar como el del Rialto. El director artístico de Teatres de la Generalitat, Juan Alfonso Gil Albors, anunció ayer que la programación del Talía está reservada a compañías y autores valencianos, como sucedía con anterioridad. La directora de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, aprovechó la visita al Talía - la Casa de los Obreros de San Vicent Ferrer lo ha alquilado a Teatres- para comentar que también se invertirán 200 millones en el Teatro Micalet, 100 en el Olympia y 49 en la sala Moma Teatre, todos en la ciudad de Valencia. El consejero de Cultura, Francisco Camps, también tenía previsto conocer la resturación tras el pleno del Consell. El gerente del Talía, José Luis Muñoz, explicó que la rehabilitación ha sido fiel al aspecto original del edificio, respetando sus elementos singulares.