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El Ayuntamiento prohibirá que la publicidad ocupe las fachadas enteras

Antonio Jiménez Barca

Las lonas publicitarias que cubren edificios enteros y cuya utilidad, aparte de su función obvia, radica en aportar jugosos ingresos a los propietarios del inmueble, van a ver reducido el tamaño de los anuncios que contienen. El Ayuntamiento ya tiene lista la modificación de la ordenanza pertinente. Cuando esté aprobada -como mucho en dos semanas-, la publicidad sólo podrá ocupar el 40% del cartel. El resto se tendrá que llenar con reproducciones de paisajes, de cuadros famosos o con réplicas de la fachada que ocultan.

El Ayuntamiento piensa que este sistema de carteles gigantes "afea" la ciudad, en palabras del concejal de Obras, Enrique Villoria, del PP. Así, al próximo pleno (el viernes), o a más tardar, el siguiente, Villoria llevará para su aprobación una modificación de la ordenanza de publicidad en los edificios a fin de prohibir este tipo de publicidad. Actualmente, se ven anuncios que cubren fachadas completas en varios edificios céntricos de la capital. La Puerta de Sol cuenta al menos con tres.Los vecinos recurren a este sistema porque es una manera fácil de financiar, por ejemplo, el revoco de la fachada. Por ley, los edificios tienen que estar cubiertos para así proteger de la caída de cascotes a los transeúntes. Pero instalar una lona de color verde no da beneficio alguno y poner un anuncio gigante, en determinados edificios céntricos de la ciudad, en la Gran Vía, por ejemplo, puede reportar a la comunidad de propietarios hasta dos millones de pesetas al mes.

Y aquí salta el problema: los propietarios, en algunas ocasiones, alargan artificialmente la duración de las obras a fin de que la lona publicitaria se encuentre más tiempo expuesta.

Fraude de ley

El Ayuntamiento, mediante la modificación de la ordenanza, va a impedir que este fraude de ley se siga produciendo, según adelanta el concejal de Obras: "Van a ser los técnicos del Ayuntamiento quienes pongan, a partir de la reforma de la ordenanza, los plazos de la obra. Así que se acabará lo de emplear hasta un año para revocar una fachada, como ocurre ahora, y se les exigirá que terminen en tres meses, que es lo que duran de verdad estos trabajos".La intención del Ayuntamiento, con todo, no pasa por secar esta fuente de financiación para los vecinos. "Se trata de conjugar los intereses de todos", afirmó Villoria. Así, se permitirá que el espacio de los anuncios ocupe, como máximo, un 40% del total de la lona. El resto de la superficie lo tendrán que rellenar los propietarios de los inmuebles con "paisajes, reproducciones de cuadros o la réplica de la fachada", en palabras del edil.

"Nosotros creemos que los residentes en los edificios no perderán dinero porque las compañías pagarán lo mismo por una superficie grande que por una pequeña, pero así se impide esta fea sensación de ver la ciudad llena de anuncios", añadió el concejal. Si la modificación de ordenanza va al próximo pleno, que se celebrará el viernes, entrará en vigor dentro de un par de meses. El cambio de la actual normativa también evitará que edificios contemporáneos protegidos, como el de las Torres Blancas, en la avenida de América, construido por el arquitecto Javier Sáenz de Oiza, luzcan anuncios luminosos, cosa que ocurre ahora.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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